viernes, 16 de julio de 2010

THEODOR VON REDING (EL MARISCAL DE LA VICTORIA)


Hasta ahora siempre se había mantenido en la memoria colectiva de este país unir la batalla de Bailén junto al nombre del jefe del bando vencedor, el capitán general Francisco Javier Castaños Aragori, haciéndolo parecer como el máximo y prácticamente único responsable de la primera derrota de un ejército del Emperador de Francia. La fama de este militar comenzó prácticamente desde el final de la batalla tras la firma de las actas capitulares con el general perdedor Dupont, siendo primero reconocido a mala gana por los franceses y a continuación por ingleses, rusos y españoles que no quisieron o no les pareció encontrar motivos de duda en la palabra de los primeros. Sin embargo el estudio realizado por Francisco Vela demuestra a todas luces que el verdadero y máximo protagonista de aquella gloriosa jornada del 19 de julio de 1808 en Bailén fue otro; debiéndose probablemente este injusto ostracismo sufrido por el protagonista a la envidia e inquina de los alto mandos militares españoles por una parte y rivalidades entre las juntas provinciales por la otra, así como a la necesidad de tratar de ocultar el hecho poco honroso para el ejercito francés de que un general de alto rango se rinda ante un subalterno más de su oponente. Siendo el protagonista de esta historia el mariscal de campo Theodor Von Reding.

Theodor Von Reding, (1755 – 1809) nacido en Schwitz, localidad de Suiza; a los 16 años ingresó en el ejército español con el grado de capitán en el regimiento Reding. Durante su trayectoria militar, participó destacadamente en la campaña de Menorca contra los ingleses y en la Guerra de la Convención contra los franceses en la que al finalizar alcanzó el grado de mariscal de campo. Ya en 1808 accedió al cargo de Gobernador Militar de Málaga y tras la sublevación del 2 de mayo de 1808 fue reclamado por la Junta de Granada para dirigir su ejército; y en la posterior reorganización del ejército de Andalucía le correspondió el mando de la 1ª División, con la que combatiría más tarde a Dupont.

Sin querer alargar mucho más de lo necesario la historia de la batalla de Bailén, los hechos que acontecieron el 19 de julio de 1808 y en días anteriores fueron los siguientes. El general Dupont , tras los sucesos del 2 de mayo, partió hacia el sur con un ejército formado por 26.000 hombres entre infantería y caballeria, dividido en 4 divisiones de infantería, 1 de caballería y la correspondiente de artillería. El objetivo de este ejército era tomar Sevilla, que era el foco de la rebelión en el sur, y después marchar a Cádiz para liberar a la flota francesa retenida en dicho puerto tras la batalla de Trafalgar. Dupont, durante el viaje, hizo un alto en el camino en la ciudad de Córdoba, agradeciendo la hospitalidad de la ciudad con un saqueo brutal e inmisericorde que duró 7 días, mientras Castaños inicia la marcha de su ejército contra el francés con temerosa lentitud. Dupont conociendo ya la rendición de la flota de Cádiz y el reagrupamiento del ejército de Andalucía inicia la retirada hacia la zona de Despeñaperros para aguardar allí al ejército español; por su parte Castaños en vez intentar cortarle la retirada se dedica a zigzaguear, esperando ver si Dupont deja Andalucía sin necesidad de tener que enfrentarse a él, y así básicamente se van desarrollando las jornadas previas al encuentro entre los dos ejércitos.

Las operaciones comienzan encontrándose Castaños en Porcuna y Dupont en Andujar, separados a su vez ambos ejércitos por el río Guadalquivir, comprobando además el general español que su homólogo francés no se retira sino que lo espera atrincherado en las localidades de la zona de Despeñaperros (Camino Real). Con lo que ordena que la 1ª División (Reding) cruce el río por Mengíbar y a continuación lo haga la 2ª (Coupigny) y se dirijan a tomar Bailén para cortar la ruta de retirada de Dupont. El día 16 Reding con su división sorprende a dos batallones franceses en Mengíbar, que a su vez dan la alerta a Gobert que con su división (3000 hombres) se lanza contra Reding (9000 hombres) para frenarle en su avance, Reding lo derrota pero deja escapar al enemigo, que se dirige a Guarromán, allí muere Gobert y le sucede en el mando Durfour quien dirige la marcha de su división hacia Santa Elena buscando asegurar el camino de retirada tras el encuentro con los españoles. Mientras tanto Dupont el mismo día 16 tras conocer el resultado del combate en Mengíbar manda a Vedel con su división (6000 – 7000 hombres) a tomar Bailén, sin embargo contra todo pronóstico Reding no se encuentra en Bailén sino que sigue en Mengíbar alertado por los movimientos franceses, una vez allí al no encontrar ni rastro de los españoles Vedel piensa que los españoles van tras Durfour, hecho que según él se ve confirmado cuando un avispado vecino le indica falsamente que varios batallones de caballería van camino arriba; así pues Vedel abandona Bailén sin dejar ningún destacamento y emprende la marcha esperando dar alcance a Reding.

Reding por su parte aprovecha la noche del 17 al 18 para acercarse a Bailén, y al comprobar que no hay franceses la ocupa con las 2 divisiones, en total unos 13500 hombres. Entre tanto Dupont se da cuenta del error de Vedel y conociendo ya el día 18 la ocupación de Bailén por Reding emprende la marcha contra aquel para librarse del cerco en que se encuentra. Dupont realiza ese día una marcha lenta con el propósito expreso de sorprender sobre las 4 de la madrugada del día 19 a la posible guarnición que hubiera dejado allí Reding, sin embargo éste es avisado por los vecinos de la llegada de destacamentos de descubierta franceses contra los que envía batallones de caballería y a la vez que despliega el ejército en orden de batalla cortando el camino real; con lo que la sorpresa fue para Dupont y ésta debió ser morrocotuda. Dupont despliega también su ejército en orden de batalla y comienza el combate, dejando Reding la iniciativa a su contrincante. A cada maniobra ofensiva de Dupont, Reding responde con la preceptiva contramaniobra defensiva, así durante toda la batalla hasta que al final tras más de 8 horas de combate se rinde Dupont al comprobar, ya herido, que no ha conseguido avanzar nada, todos su regimientos se encuentran agotados y exhaustos, y que a su espalda comienza a ver algunas unidades españolas que presagian la llegada de Castaños, el cual con extrema prudencia y quizás negligencia se acercaba a Bailén, cuando lo podía haber hecho mucho antes. Por ello Dupont comienza las negociaciones del armisticio ante ... Reding, mientras las divisiones 3ª y 4ª entran en Bailén, pero para sorpresa de todos el general “victorioso” Castaños no llega con ellas, si no que permanece despachando mensajes en su cuartel de Andújar y sólo se aproxima al lugar de la batalla al día siguiente para tratar los últimos flecos de la capitulación y firmarla.

Por lo tanto el general Castaños ni se encontraba en el lugar de la batalla y ni mucho menos pudo cursar ordenes directas a ninguno de los regimientos españoles de las divisiones 1ª y 2ª que intervinieron en el combate, si no que todo el desarrollo de la batalla correspondió a Reding, ya que aparte Coupigny (jefe de la 2ª) estaba subordinado a éste, y todas las órdenes cursadas durante la batalla a las tropas españolas partían en última instancia de Reding. Por ello debería aparecer en los libros de historia el nombre de Theodor Von Reding como el auténtico vencedor de Bailén, aunque fuese suizo de nacimiento.

Tras la batalla, Castaños maniobró para apoderarse del mérito de la victoria, y lo consiguió. A Reding entonces le ofrecieron como compensación el mando del ejército de Cataluña, con el que fue derrotado en 1809 en la batalla de Valls y murió poco después a consecuencia de las heridas recibidas en dicha batalla. Castaños aprovechó, con Reding muerto desde 1809, para apropiarse aun más si cabe de la leyenda de Bailén, y ocultar de paso los vergonzosos fracasos que cosechó a lo largo de aquella cruenta guerra, lo cual le sirvió para lograr la estima de Fernando VII e Isabel II y en consecuencia ocupar altos cargos de prestigio, honor y por supuesto de altas rentas.

P.D: Todo el tema desarrollado en este pequeño artículo se puede encontrar en el magnífico trabajo realizado por Francisco Vela cuyo título es “La batalla de Bailén, el águila derrotada” de la editorial Almena.

jueves, 15 de julio de 2010

Recomendaciones literarias: Utopía contra distopía


Hace ya muchos veranos que elegí leer algunos libros que habían sido escritos en el siglo XVI. Entre ellos, una obra no muy extensa pero muy curiosa, fue "Utopía" escrita por Tomás Moro. El escritor y teólogo inglés, que acabó siendo mandado ejecutar por Enrique VIII, dio origen a la palabra utopía al ponerlo como título de su obra. Utopía significa exactamente "no lugar", es decir, aquel lugar que no existe. La palabra hoy en día ha pasado a significar todas aquellas ideas o proyectos que son de imposible realización o término.

Utopía es el nombre de una isla con la que un navegante se topó de manera casual y que gracias a su estancia en ella nos relata las costumbres y organización social de los habitantes de esa isla. Tomás Moro idealiza esa sociedad, al menos desde su punto de vista, donde los pocos problemas que pueden surgir son rápidamente subsanados. Es en definitiva una sociedad ideal y casi perfecta. Se habla de la religión; de la eutanasia; de cómo se debe solventar la recepción de embajadores; de la autosuficiencia económica; de la igualdad económica y social y del rechazo de la propiedad privada al ser fuente primordial de envidias y disputas; se habla del matrimonio donde el hombre antes de casarse puede ver a la mujer desnuda para dar su consentimiento de la misma manera en que un mercader ve el género que va a comprar con el fin de que no haya tara y menoscabo en el mismo; incluso el oro y otras piedras preciosas son usados para los más variados y cotidianos quehaceres con la más natural asunción por parte de los ciudadanos de Utopía.

Moro presenta una sociedad donde la ausencia de necesidades colma de felicidad a sus gentes y donde no se trabaja para mejorar personalmente sino que el esfuerzo está destinado a la colectividad, a la mejora social. Contrario pues a la visión clásica de Adam Smith que dos siglos después venía a decir en "La riqueza de las naciones" algo como: "No es la benevolencia del carnicero, del cervecero o del panadero la que nos procura el alimento, sino la consideración de su propio interés. No invocamos sus sentimientos humanitarios sino su egoísmo, ni les hablamos de nuestras necesidades sino de sus ventajas."

En Utopía no debe haber, ni debe permitirse el egoísmo ya que el interés no es individual sino común, colectivo, social. Y si el egoísmo, la envidia u otras facetas malvadas sucumben la recta vida de un individuo de Utopía bien puede darse la pena de muerte o aplicarse la eutanasia.

Considerando que el ser humano es dueño de innumerables virtudes pero también de numerosos defectos y que las unas y los otros forman parte de un todo inherente de la condición humana, sólo cabe pensar que una Utopía es posible única y exclusivamente si hay una merma clara de la libertad individual del ciudadano, que para mantener la igualdad y la felicidad del conjunto debe repudiar su propio desarrollo natural de la personalidad. Gracias pues a que el ser humano sea menos humano y pase a ser un esclavo social es posible conseguir esa unitaria igualdad y esa felicidad común.

Tomás Moro bien puede considerarse un teórico del socialismo o del comunismo anterior a Engels, Marx, Lenin, Gramsci etc. Ese idealismo utópico, ese socialismo idealista que arrastra tras de sí y ya ha arrastrado, millones y millones de muertes.

Pero a las utopías literarias les salieron detractores como Orwell, Huxley o Bradbury. Las llamadas distopías literarias en contraposición de las utopías narran en lo que se convierte un sistema político como el de la isla de Utopía. Y no es otra cosa que en una sociedad totalitaria.
Orwell escribió su famosa "1984", una dramática obra donde existen suficientes paralelismos de denuncia del régimen totalitario soviético de Stalin y su confabulación con Hitler suscrito en el Pacto de Acero de 1939 para invadir una democracia parlamentaria como fue Polonia. Orwell denunciará sobre todo el férreo control al que era sometida la población en las países de corte totalitario y los medios para llevarlo a término como la policía política, la manipulación de la historia, la ocultación de la verdad etc.

Aldous Huxley también profundizó en el control extremo de las sociedades y en la deshumanización que tal control acaba provocando en sus habitantes en su obra "Un mundo feliz". Huxley recrea un universo tan dramático como en 1984 pero centra su obra en la genética y en la manipulación del ser humano nada más es concebido con la intención de condenarle para siempre a una forzada felicidad asumiendo un rol preestablecido sin posibilidad de elección, sin posibilidad de ser libre.

Y por último "Fahrenheit 451" escrita por el norteamericano Ray Bradbury. Tal vez de las tres distopías mencionadas la que más me gusta por su constante lirismo y la construcción de sus personajes principales. Clarisse McClellan evoca la apagada lucha por la libertad y el individualismo, mientras que el bombero Guy Montag, pieza del régimen totalitario se mostrará como un personaje redondo, un personaje que evoluciona en su manera de pensar al estilo de Gerd Wiesler (Ulrich Mühe) en la película alemana "La vida de los otros". Fahrenheit 451, a pesar de ser la temperatura a la que arde el papel y por tanto todo atisbo de cultura como es deleite para los totalitarismos, tendrá espacio para la esperanza.

Es por tanto el idealismo peligroso, pues lo "ideal" depende de cada persona y de sus gustos. En cualquier caso, es valioso poder leer todos los puntos de vista para disminuir la confusión y aclarar nuestras propias ideas. Recomendamos la lectura de Utopía de Tomás Moro, La ciudad del sol de Tommaso Campanella, ambas obras utópicas y las ya mencionadas distopías 1984 de George Orwell, Fahrenheit 451 de Ray Bradbury y Un mundo feliz de Aldous Huxley.

sábado, 10 de julio de 2010

No diga España, diga La Roja


Bien parece que el Campeonato del Mundo de fútbol que todavía se disputa en Sudáfrica no lo disputa la Selección española, sino un nuevo ente llamado "La Roja". La mayoría de los medios de comunicación coinciden en el progreso y cambio que supone dejar de llamar al combinado español "Selección española" o "Furia española" y se deciden en masa a nombrarla como "La Roja".

Los motivos de tan significada modificación pueden ser varios pero todo redunda sobre el miedo a llamar a las cosas por su nombre. Hay que progresar. Y para ello no importa que se usurpe el mote cariñoso que la afición chilena otorga a su combinado, "La Roja" también.

En España la palabra "España" no gusta en diversas zonas del país y comercialmente para algunas empresas es de buen gusto y mejor beneficio hacer desaparecer tal término y sustituirlo por "La Roja", con el fin de incrementar ventas o no molestar a cierta parte de la población.

"La Roja" queda bien, queda socialista, comunista, del color de los soviéticos, del color revolucionario chino, queda hasta incluso guerracivilista y lo mejor de todo es que se pierde la conciencia de unidad y de país, se pierde la conciencia de lo que significa España.
¡Qué no se siga nombrando "Furia española"! Que nos retrae al pasado, a un pasado donde España dominaba política, militar y económicamente Europa. Y es que tal era la grandeza de los tercios españoles y tal el temor de los habitantes de Flandes que acuñaron dicho calificativo para referirse a los ejércitos patrios allí destinados. Por estos motivos no es decoroso actualmente seguir llamando de esta manera a la selección española ya que podemos dar una imagen belicosa y herir la sensibilidad de la población belga entre otras.

Sí, está claro que lo que mejor nos va a los españoles es progresar y trocar el significado de las palabras hasta hacer irreconocible su esencia y su origen.
Con tal de olvidar lo que nos hace únicos y replantear una sociedad al gusto y antojo de la clase política lo que sea menester oiga.

Y es que ya lo decía Orwell en una de sus mejores obras literarias: "Quien controla el pasado controla el futuro. Quien controla el presente controla el pasado".

sábado, 19 de junio de 2010

ROBIN U.E. HOOD ATACA DE NUEVO A LOS RICOS


¡QUE TIEMBLEN DE PAVOR LOS MALVADOS! De nuevo los políticos del mundo civilizado y pseudodemocrático han abierto el armario, le han quitado el polvo al gorrete verde con plumas, se han ajustado las mallas, se han abrochado la camisa de esparto y fieltro, y han tomado presto el arco inglés con el carcaj bien surtido de flechas, y después de todo esto, se pusieron frente al espejo a ensayar unas cuantas muecas teatreras como si de Errols Flynnes de pacotilla se trataran. Una vez ya listos, se echaron a la calle a solidarizarse con la desesperación y sufrimiento del pueblo llano. Pusieron sus oídos y caras de falsa preocupación al servicio del desahogo de los menesterosos, al mismo tiempo que les dieron frívolos ánimos. Una vez concluido el cansino ritual de “acercamiento y atención a la gente”, deliberaron sobre quien es el culpable esta vez, y señalaron a ... Los banqueros. Escuchada la noticia por el humilde pueblo, éste se llenó de felicidad y júbilo por saber ya cual de sus habituales enemigos es ahora el culpable.

Estos Robin Hoods con chófer, dietas, exenciones en impuestos ... Hicieron suyo el dolor y sentimiento de rabia y odio que sembraron en el llanísimo pueblo, y allá que fueron en pos de tales villanos. Parapetándose tras la legalidad vigente y tras el poder de sus cargos, tensaron el poderoso arco de la tiranía y al primer banquero despistado que pasó por ahí le lanzaron la primera flecha-tasa, el pobre banquero quedó malherido así que no les quedó más remedio que acribillarlo con más flecha-tasas hasta que cayómuerto, después estos héroes del populacho cogieron la bolsa llena de monedas de oro que llevaba el cádaver, y raudos y veloces acudieron a la plaza del pueblo a enseñar el botín que habían confiscado a uno de estos asquerosos, el público presente estalló en la alegría, habían derrotado al rico, al causante de sus problemas. Y ya como colofón, antes de que el populacho empezara a celebrar esta victoria a base de botellones y orgías educativas, los Robin Hoods clamaron ¡ Con este botín, querido y noble pueblo, crearemos leyes, organismos, entes, comisiones y observatorios, para que nunca más sufráis !.

P.D.: En los meses siguientes se enfrentaron a tétricos obispos, engreídos comerciantes burgueses y sátiros trovadores de tinta y pluma .... Pero eso ya es otra historia.

jueves, 17 de junio de 2010

Revolucionarios contra reaccionarios: ¿Otra solución dicotómica?


Ya vimos en un artículo anterior cómo el manejo del lenguaje puede llegar a ser un arma de gran eficacia para la esfera política. Algunos políticos suelen hablar con mucha frecuencia empleando una expresión como "la derecha más reaccionaria", se supone que en contraposición de una "acción" que para la izquierda política no es otra que la siempre esperada revolución.

Cuando durante los años de la Segunda República Stalin y la Komintern se fijaron en la situación española y quisieron desestabilizar la vida parlamentaria con el fin de que triunfara una revolución socialista, indudablemente pensaron en los acontecimientos de un siglo anterior y que echaron por tierra el dominio napoleónico en España. Los socialistas soviéticos no quisieron repetir el error francés de intentar ocupar una nación como la española sin crear de antemano una profunda división en la sociedad. Sabedores de que las gentes de cualquier territorio que vaya a ser invadido por un ejérciro extranjero se une como cosa natural ante el invasor y deja de lado las posibles rencillas que hayan surgido en su vida cotidiana con sus vecinos, la Komintern diseñó todo un listado de consignas y expresiones para dividir a la sociedad que debía ser posteriormente dominada.

Términos como "rojos y azules", "izquierda revolucionaria contra derecha reaccionaria", "izquierda democrática contra derecha antidemocrática" o "antifascistas contra fascistas", entre muchos otros, tienen dos características básicas.
En primer lugar son expresiones de fácil comprensión por la población, puesto que hay que tener en cuenta que hace casi un siglo muchas personas no sabían leer o escribir y no tenían un nivel cultural y educativo muy elevado y lógicamente se requiere para el dominio del vulgo locuciones conocidas o de uso común, como puede ser la utilización de colores (rojos y azules en el caso español o "ejército blanco" zarista contra "ejército rojo" socialista, en el caso soviético).
Otra característa clara es que no deja espacio para el término medio o moderado, o simplemente para la no participación en ese juego dicotómico. Con lo cual o se es fascista o se es un socialista demócrata, y más vale elegir.

La política de Frentes Populares puesta en marcha desde la Komintern en Moscú, no deja lugar a la más mínima duda y pronto el "antifascismo" es el lema oficial de los partidos comunistas y más tarde, tras las uniones con los socialistas, de la mayor parte de los partidos de izquierda. Lema fácil y que gana adeptos con rapidez.

La malformación educativa desarrollada en los colegios e institutos nos lleva a pensar cuando escuchamos la palabra "Revolución" fundamentalmente en la que tuvo lugar en Francia y en Rusia como también en Inglaterra, con su Revolución Industrial, como un "tótum revolútum" (nunca mejor dicho). Huelga decir que la ocurrida en Inglaterra nada tiene que ver con la francesa, la rusa, la Revolución Cultural de China o la Revolución de Cuba, olvidadas las dos últimas, como otras grandes y nefastas revoluciones por la docencia española. Y si no olvidadas, maquilladas.

Teóricos socialistas de la revolución francesa como fueron Marat, Robespierre o Danton, pioneros en la barbarie de la Edad Contemporánea, tuvieron claro que la Revolución debía ser lo más violenta y cruel que fuera posible con el propósito de bloquear cualquier actitud de defensa o reacción e infundir tal terror que agarrotara al ciudadano. Esta falta de reacción propiciaría la obtención rápida del poder por los revolucionarios y la modificación de la estructura institucional a su antojo.
Este manual revolucionario de violencia extrema impulsado por jacobinos y "sans culottes" ha sido seguido más tarde por bolcheviques, estalinistas, maoístas...
Se puede decir entonces que ante una revolución violenta que motiva miles o millones de muertes el reaccionario es aquel que sencillamente tiene la desfachatez de no dejarse matar, de no dejarse pisotear por las hordas genocidas.

Si la pregunta es por qué algunos políticos diferencian constantemente entre izquierda revolucionaria y derecha reaccionaria es sencillamente porque para ellos es un orgullo la revolución y por supuesto es un término exclusivo de la ideología izquierdista que en ningún caso debe usarse para las matanzas producidas por otras ideologías. De este modo lo revolucionario es "bueno" y la reacción es "mala" con lo que volvemos a la dicotomía original y facilmente asumible por cualquier mentalidad por ingenua que sea.

Eso sí, una vez que la revolución triunfe, no es posible poner en marcha otra revolución que derroque a la primera, pues eso sería una reacción. Como ejemplo basta pensar en dictaduras que hoy día siguen en pie, pero también podemos volver a la Revolución francesa y hacernos eco de una anécdota que protagonizó uno de los más insignes revolucionarios de aquellos tiempos. Y se cuenta que Danton estaba comiendo perdiz acompañada con exquisitas trufas en un excelente restaurante cuando la revolución ya había triunfado y Francia era una república. Unos amigos también revolucionarios le vieron y quisieron saber por qué estaba degustando ese plato tan propio del Antiguo Régimen y de la aristocracia. Danton respondió que cuando él llegó al restaurante la perdiz ya estaba hecha y para evitar que cualquier noble se la comiera él mismo se ofreció a pasar por ese "mal trago".

viernes, 11 de junio de 2010

Héroes: Abraham Lincoln


Aprovechando que un anónimo amigo de este blog ha hecho un oportuno comentario en el artículo anterior sobre Abraham Lincoln, qué mejor manera de comenzar el apartado de "Héroes" con el que fuera el decimosexto presidente de los EE.UU.

Lincoln nació en el estado de Kentucky el 12 de febrero de 1809. En su adolescencia Abraham Lincoln trabajó, además de en unos almacenes, comerciando con diferentes géneros a través de diversos ríos en los que se trasladaba subido a una balsa hecha de troncos. Fue en uno de esos viajes cuando una banda de asaltadores de raza negra intentó robarle la mercancía, aunque Lincoln y los acompañantes supieron evitar el robo. Este hecho pudo haber marcado en el joven Lincoln un odio hacia los negros como así se respiraba de manera habitual en un ambiente esclavista como era la primera mitad de siglo XIX estadounidense. Sin embargo, la mentalidad cristiana de Abraham Lincoln se desarrolló diametralmente opuesta al odio hacia sus conciudadanos de raza negra, convirtiéndose en el primer candidato a presidente de los EE.UU. en exigir la abolición de la esclavitud.

Fue en 1860 cuando el Partido Republicano proclamó victorioso a Lincoln en su nominación como candidato a Presidente de los Estados Unidos y ese mismo año consiguió dicho puesto. El candidato propuesto por los demócratas para esas elecciones fue Stephen A. Douglas, que pertenecía a la masonería y que había derrotado al mismo Lincoln con anterioridad como cargo para senador.

Lincoln gobernó desde el 4 de marzo de 1861 hasta el 15 de abril de 1865, día en que fue asesinado en un teatro a manos de John Wilkes Booth mientras éste gritaba el lema en latín "Sic semper tyrannis!" lo que podría traducirse como ¡Así siempre a los tiranos!
Durante esos cuatro años de presidencia, Lincoln hizo efectiva la promesa electoral de abolir la esclavitud además de firmar la Proclamación de Emancipación de 1863 y aprobar la Decimotercera Enmienda a la Constitución de 1865 referente también a la abolición de la esclavitud en EE.UU.

Pero este gobierno republicano tan valiente tendría graves consecuencias ya que los estados sureños se levantarían en armas dando lugar a la Guerra de Secesión (1861-1865). Lincoln escogió a los mejores generales a su entender de entre los militares del ejército unionista, sobresaliendo quien más tarde sería su amigo, Ulysses Simpson Grant, y que años después también alcanzaría la presidencia del gobierno.
Cuentan que tal era la destreza del general Grant en estrategia y con tanta torpeza se desenvolvían sus compañeros oficiales unionistas en otros frentes que algunos generales compañeros de Grant fueron a comunicarle a Lincoln que Grant era poco más que un borracho. Asombrado Lincoln ante semejante oprobio hacia el general, les preguntó cuál era el licor que solía beber Grant y le respondieron una determinada marca de whisky. Lincoln entonces ordenó que enviaran a todos sus generales cajas de tal marca de whisky si con ello conseguía que le alcanzaran en éxitos militares.

Lincoln fue también una persona generosa y con alta estima por la vida de los demás como así lo demuestra el hecho de que llegara a indultar a 800 desertores de los denunciados por sus generales. Una de esas denuncias por deserción tuvo como protagonista a un chico que había desertado sólo con la intención de ir a su pueblo y casarse con su novia. El Presidente no se lo pensó dos veces y firmó el indulto añadiendo en voz alta y con una buena dosis de sentido del humor ante su secretario, que únicamente esperaba que ese chico no se arrepintiera algún día de que él le hubiera indultado.

En el plano político Lincoln hizo gala de su gran poder de convicción y de su elegante y clara oratoria haciendo famosa la frase: "You can fool some time all the people; you can fool some people all the time. But you cannot fool all the time all the people." Puedes engañar a todos por un tiempo; puedes engañar a algunos todo el tiempo. Pero no puedes engañar a todos todo el tiempo. Frase que dicho sea de paso puede aplicarse hoy mismo a la política española.

El hecho de no ser especialmente agraciado y resultar más bien feo no amilanaba a Lincoln, más al contrario, sus debilidades las convertía en fortalezas como aduce una anécdota en pleno rifirrafe parlamentario. Teniendo la palabra el opositor demócrata y perdedor a la candidatura Stephen Douglas, reprendió a Lincoln por tener siempre dos caras. Lincoln obvió que Douglas se refería a su dobla moral y a su hipocresía y le respondió: "¿Cree usted Señor Douglas, que si tuviera dos caras traería esta?".

Lincoln fue sustituído en la presidencia por un demócrata, Andrew Johnson, quien casualmente y al igual que Stephen Douglas también pertenecía a la masonería.

Y como también rematara en alguna ocasión el propio Abraham Lincoln: "Mejor es callar y que sospechen de tu poca sabiduría que hablar y eliminar cualquier duda sobre ello".

Silencio entonces.

martes, 8 de junio de 2010

El apoyo electoral a Obama o el trasnochado antiamericanismo


Cuando Estados Unidos se mete en campaña electoral para designar un nuevo presidente entre los republicanos o los demócratas, en la mayoría de los medios de comunicación europeos se apuesta por el candidato que se supone de izquierdas, es decir, el demócrata. La fiebre periodística se extiende hasta que se conoce el resultado electoral de EEUU. Si gana el demócrata, como es el caso de Obama, todo resulta y resultará maravilloso, sólo hay que esperar. Si por el contrario gana el republicano, hay que deslucir la victoria y maquillar un poco. Y un ejemplo de lo último lo recuerdo perfectamente cuando John Kerry perdió en 2004 ante George Bush.

En Tve y en Telecinco disfrazaban la victoria republicana vendiendo que Bush había conseguido ganar en estados como Texas, Luisiana, Alabama, Oklahoma... Vamos, que le habían votado los granjeros sin mucha cultura, mientras que a Kerry le habían votado los intelectuales y financieros de Nueva York, Massachusetts... Los que saben, los que leen y son cultos. Así, de esta poco democrática manera explicaban la victoria republicana, y digo poco democrática porque se supone que una persona es un voto y no se debe mirar la "calidad" del voto como si el de un granjero o ganadero fuera de menos valor que el de un broker. En cualquiera de los casos nunca he visto a Tve o a Telecinco minusvalorar el voto de Extremadura y Andalucía, regiones ambas con el peor dato estadístico educativo y más alto nivel de analfabetismo per cápita, y casualmente bastiones de voto socialista.

En España el antiamericanismo, el culto por menospreciar los valores norteamericanos, pertenecía casi exclusivamente a la derecha política si nos remontamos a 1898 y a la pérdida de territorios españoles como Cuba o Filipinas a manos de los EEUU. Pero en el transcurso de las décadas hasta hoy, el antiamericanismo es propiedad de la ideología izquierdista tanto en España como en el resto de Europa.

Para vender la imagen de que los enemigos de la humanidad son los republicanos y aprovechando la Guerra de Irak, la progresía ha trasladado y traslada a la opinión pública que EEUU es más peligrosa cuando un republicano está en el poder porque se generan guerras injustificadas y muere mucha gente. Este tipo de explicaciones infantiloides calan en sociedades de postín chabacano, más preocupadas por conocer el vencedor de un concurso de cantantes que de plantar cara ante la política de miseria y lo miserable.

Vale. Repasemos el siglo XX para ver que facción política estadounidense, demócratas o republicanos, se ha embarcado en un número mayor de conflictos bélicos y por ende ha generado más muertos en el mundo. Para ello, pongamos una lista con el nombre del presidente, los años en que ejerció la presidencia, partido al que perteneció y hechos más relevantes en política exterior durante su legislatura:

William McKinley: Republicano (1897-1901) --->Guerra contra España (Cuba y Filipinas); guerra contra China y Hawai.
Theodore Roosevelt: Republicano (1901-1909) --->Retira las tropas de Cuba; Declara la neutralidad de EEUU en la guerra ruso-japonesa de 1905.
William H. Taft: Republicano (1909-1913) --->Sin guerras, sin políticas territoriales expansivas.
Woodrow Wilson: Demócrata (1913-1921) --->Estados Unidos entra en la I Guerra Mundial.
Warren G. Harding: Republicano (1921-1923)--->Sin hechos relevantes en política exterior.
Calvin Coolidge: Republicano (1923-1929)--->Sin hechos relevantes en política exterior.
Herbert Hoover: Republicano (1929-1933)--->En política exterior medió entre Perú y Chile para que firmaran la paz debido a un contencioso territorial.
Franklin D. Roosevelt: Demócrata (1933-1945)--->Estados Unidos entra en la II Guerra Mundial.
Harry S. Truman: Demócrata (1945-1953)--->Estados Unidos lanza dos bombas atómicas sobre Japón (Hiroshima y Nagasaki); Estados Unidos entra en la Guerra de Corea.
Dwight D. Eisenhower: Republicano (1953-1961)---> Estados Unidos firma el fin de la Guerra de Corea; su política exterior durante la Guerra Fría consiste en no crear tensiones (Se niega a ayudar a Francia en Indochina)
John F. Kennedy: Demócrata (1961-1963)---> Se recrudece la situación en Vietnam y EEUU comienza a implicarse de manera clara y contundente en la Guerra de Vietnam; Bahía de Cochinos; Crisis de los misiles con Cuba.
Lyndon B. Johnson: Demócrata (1963-1969)---> Continúa la Guerra de Vietnam.
Richard Nixon: Republicano (1969-1974)---> Retira a Estados Unidos de la Guerra de Vietnam; Firma un desarme unilateral de Estados Unidos en plena Guerra Fría.
Gerald Ford: Republicano (1974-1977)--->Sin hechos relevantes en política exterior.
Jimmy Carter: Demócrata (1977-1981)--->Sin una política exterior expansiva o fuerte; "pacifista" pero muy criticada por ello.
Ronald Reagan: Republicano (1981-1989)--->Proyecto "Guerra de las Galaxias"; Invadió Granada; bombardeó Beirut.
George H. W. Bush: Republicano (1989-1993)--->I Guerra del Golfo.
Bill Clinton: Demócrata (1993-2001)--->Bombardeó Kosovo.
George W. Bush: Republicano (2001-2009)--->Guerra de Irak; Guerra de Afganistán.
Barack Obama: Demócrata (2009-)---> Continúa la Guerra de Afganistán; EEUU sale de la Guerra de Irak.

Después de este listado donde los demócratas llevan a EEUU (y sin querer valorar si de manera positiva o negativa esa participación bélica) a la I Guerra Mundial, la II Guerra Mundial, el lanzamiento de las dos bombas atómicas, la Guerra de Corea, la Guerra de Vietnam entre otros conflictos y donde precisamente un presidente republicano retira a EEUU de dichas participaciones bélicas no parece lo más acertado tildar al republicanismo estadounidense de belicista y al sector demócrata de pacifista. Más bien es todo lo contrario, ¿no?

lunes, 7 de junio de 2010

Recomendaciones literarias: "El colapso de la República"


Aun cuando pueda parecer sorprendente debido al largo lapso de tiempo transcurrido, sigue hoy en día muy en boga la Segunda República española y los acontecimientos que desencadenó. Dejaremos a un lado si la revisión de esa parte de la historia como arma electoral y política es necesaria o más bien se debe tener por penosa y nos centraremos en eludir la propaganda falsaria con la que se nos quiere conducir por una senda común.

En opinión de este blog, una buena manera de echar la vista atrás en la historia de España y en lo referente a la Segunda República es la lectura de un excelente libro titulado: El colapso de la República. Los orígenes de la Guerra Civil (1933-1936) del historiador tejano Stanley George Payne.

Payne describe con suficiencia los acontecimientos más notables y decisivos que se desarrollaron durante los años de la Segunda República Española y que sin duda fueron detonantes inexcusables que desencadenaron la Guerra Civil. De tal manera, el escritor estadounidense aborda capítulos como las tres insurrecciones anarquistas que se produjeron entre 1932 y 1933; la Sanjurjada de 10 de agosto de 1932; la conocida como "quema de conventos" de 11 y 12 de mayo de 1931; la huída de Alfonso XIII dejando vía libre a la promulgación de la Segunda República de 14 de abril de 1931; la rebelión izquierdista contra la República en octubre de 1934; las elecciones de 16 de febrero de 1936 o el asesinato de Calvo Sotelo entre otros hechos de gran calado.

De manera más extensa se hace cargo de transmitir al lector las intrigas y manipulaciones de Niceto Alcalá Zamora con el fin de que el gobierno español republicano no virara ni demasiado a la izquierda ni demasiado a la derecha, hasta el punto de impedir en el último caso, el legal gobierno de Gil Robles al ganar la CEDA las elecciones de noviembre de 1933. También Azaña ocupa un papel de protagonismo en el libro como no puede ser de otro modo. Y en las luchas ideológicas y políticas de la época se suceden las opiniones y pensamientos de Chapaprieta, Lerroux, Miguel Maura, José Antonio Primo de Rivera, Largo Caballero, Prieto, Madariaga, Lucia, Besteiro, Martínez Barrio, Georgi Dimitrov, Manuilsky, así como las demás figuras de la política española del momento, hasta desembocar en la caótica presidencia del Consejo de Ministros de Casares Quiroga y el posterior alzamiento militar de Mola, Goded, Cabanellas, Queipo, Moscardó y Franco entre otros.

El colapso de la República. Los orígenes de la Guerra civil no es un estudio exhaustivo de uno o varios acontecimientos, sino una descripción de una época y unas circunstancias que nos acerca de manera generalizada pero imprescindible a un pasado hoy interesadamente muy de moda.

El colapso de la República. Los orígenes de la Guerra Civil (1933-1936) está editado por La esfera de los libros y puede adquirirse por unos 30 euros, o por 12 en edición de bolsillo.

sábado, 5 de junio de 2010

DIÁLOGOS AL LÍMITE


A nadie se le escapa a estas alturas que entre el PSOE y ETA militar han habido contactos y reuniones a escondidas desde que se anunciará oficialmente la ruptura del “proceso de paz” hallá por la feliz e ingenua primavera del 2007. Desde entonces ETA ha asesinado a un empresario vasco separatista que trabajaba en las obras del AVE en las vascongadas, dependientes del Ministerio “español” de Fomento, a 4 guardias civiles entre Capbreton y Calviá, y por último a un humilde exconcejal del PSOE de un pueblo de las vascongadas en vísperas de las elecciones generales de 2008. Precisamente este asesinato del exconcejal es especialmente significativo por los hechos que le siguieron y que a continuación voy a relatar: 1.- Pachi López abroncó a Rajoy en plena capilla ardiente a sabiendas de que éste se tragaría las palabras por no montar una escena aun más bochornosa si cabe. 2.- PSOE y Pachi López a la cabeza, transmitieron el mensaje/consigna de que el asesinato se había producido porque arriesgaron hasta el límite y más allá por conseguir la paz y el PP no solo no les había ayudado sino que había sido un obstáculo en conseguirlo; consiguiendo de paso neutralizar políticamente a Rajoy para siempre y apuntalar el voto socialista de cara a las inminentes elecciones, cuando la crisis apenas empezaba a ser vista por la inmensa chusma de este país. 3.- La hija del asesinado y militante del PSOE leyó una declaración en la que afirmaba que no permitiría que el asesinato de su padre fuese manipulado. En efecto en este caso no fue manipulado, el señor Zapatero habló de él como atentado terrorista y no como accidente; pero sí, al igual que el resto de atentados, utilizado.

Ante semejantes ataques de ETA en las propias filas del PSOE, ¿como es posible que el PSOE quiera dialogar y reunirse con la banda terrorista? Y para rizar aun más el rizo ¿como es posible que ETA acceda a dialogar con el PSOE tras haber sufrido los GAL?. La respuesta que lanzan los medios críticos es que lo que busca el gobierno es tener algún logro que vender a los votantes en las elecciones de 2012. Pobrecitos, piensan que aciertan y no saben que están lanzando la consigna que el propio PSOE quiere que se crea. En cuanto a la segunda pregunta, ella misma se contestará sola más adelante.

Al común de los españolitos, la relación entre PSOE y ETA resulta indescriptible, compleja, absurda, inútil, puede que incluso inmoral, extraña, como algo de ingeniería de la peor política. Pero no, la explicación es muy sencilla, sencillísima, tan sencilla que estoy convencido que alumnos fracasados de la LOGSE la entenderían a la primera; y esta se encuentra en la HISTORIA.

En octubre-noviembre de 1917 el partido bolchevique con Lenin a la cabeza da un “democrático y social” golpe de estado en Rusia y se hace con el poder de aquella nación, el partido bolchevique no iba solo en aquel viaje, tenía como principales compañeros los mencheviques y los esearistas. Al cabo de un año el partido bolchevique en el poder inicia una persecución fulgurante y atroz de sus hasta hace poco partidos aliados, que acaba provocando una guerra civil conocida como entre el Ejército Rojo (bolcheviques) y el Ejército Blanco (opositores), una vez finalizó la guerra los bolcheviques purgaron estos partidos, integrando luego en su seno a los militantes y simpatizantes que habían sobrevivido. Sucesos parecidos sucedieron en España durante la guerra civil cuando el PCE quiso incorporar a sus filas a toda la masa social de las poderosas organizaciones anarquistas.

Volviendo ahora el tema que nos ocupa, tanto el PSOE como ETA son organizaciones políticas de ideología marxista, y como tal se comportan, y ambas organizaciones están inmersas en un viaje, pero a diferencia que en la Rusia de 1917 ambas organizaciones tienen destinos distintos aunque comparten etapas del viaje en común. El destino del PSOE es desmovilizar y neutralizar a ETA para quedarse con toda su masa de votantes radicales, tal y como hizo con el PCE allá por los años 70 y 80; siendo la vía legal y policial un obstáculo insalvable para conseguir dicho fin. El destino de ETA es ir debilitando tanto al PSOE en particular como a España en general para conseguir primero la independencia de las vascongadas y después instaurar impunemente un régimen de terror igualito a lo que fue la URSS, o como lo es ahora el de Corea del Norte; ya que no olvidemos que ETA se define así misma como Leninista-Marxista. Para este fin, no le sirve un PSOE fracasado y sin crédito ante los españoles, sino todo lo contrario, al que siempre le ayudará para que pueda vender el mensaje del final dialogado, pero manteniendo siempre ETA la posición de fuerza en las negociaciones.

Así y todo el juego entre estos dos compañeros de viaje continua y continuará hasta que uno de los dos llegue a su destino, no importa el tiempo que pase porque lo importante es llegar al destino. Mientras tanto el PSOE alternará detenciones de etarras con otros “gestos” como aproximaciones de etarras encarcelados a prisiones vascas, liberaciones de colaboradores como Usabiaga, acceso a instituciones y cargos públicos en ayuntamientos, universidades etc... Y ETA alternará asesinatos, extorsiones ... con anuncios de tregua. Todo ello con el único fin de que cada parte tenga más fuerza que el contrario en las negociaciones. Y mientras miles de españoles de bien seguirán siendo víctimas inocentes de este sucio y macabro juego de poder. Ya se sabe; que un muerto no te estropee un puñado de votos.

jueves, 20 de mayo de 2010

¡Palabra de nazi!


Comencemos este artículo nombrando las palabras que en su día citó el Ministro de Propaganda del nacionalsocialismo alemán Joseph Goebbles:

"A fuerza de repetición y con un buen conocimiento del psiquismo de las personas, debería ser completamente posible probar que un cuadrado es, de hecho, un círculo. Puesto que, después de todo, ¿qué son "círculo" y "cuadrado"? Meras palabras. Y las palabras pueden modelarse hasta volver irreconocibles las ideas que transmiten."

El partido oficial del nazismo, conocido como Partido nacional socialista obrero alemán (NSDAP), solía organizar mítines y otros eventos destinados al adoctrinamiento de la masa social alemana. Si tenemos en cuenta que en aquella época no existían los televisores, podemos imaginarnos que el embelesamiento de la ciudadanía se producía a través de actos festivos multitudinarios en ciudades como Nuremberg, Colonia, Hamburgo, Munich... o por supuesto a través de los aparatos de radio, que universalizaban rápidamente las consignas políticas del NSDAP.

Desgraciadamente, a Goebbles no le faltaba razón y su cita arriba expuesta, se cumple con mejor o peor fortuna en cualquier sociedad del mundo. La manipulación de las masas mediante la psicología puede llegar a tener efectos devastadores para toda la población de un determinado país o incluso más allá.
Cuando pensamos en el régimen nazi alemán solemos pensar en campos de concentración, batallas decisivas, millones de refugiados, etc. Pero sin embargo, ¿solemos pensar en cómo fue posible que toda una ciudadanía como la alemana se dejara arrastrar por los nazis?, ¿Sería posible que se repitiera aquella catastrófica situación hoy en día?
Más adelante firmaré un artículo intentando dar respuesta a estas preguntas pero de ellas hoy, y en este artículo, me interesa la parte propagandística nazi y si es posible que nuestros políticos de hoy en día utilicen los pensamientos que tenía Joseph Goebbles con fines electorales.

Durante los últimos años los ciudadanos hemos sufrido el maltrato de los políticos con expresiones cínicas, hipócritas, demagógicas e incluso malsonantes. Todo ello no debe ya ni extrañarnos ni sorprendernos, pero tal vez lo que más irrita es la dulcificación de lo que puede ser indigesto intelectualmente para el votante.

En este país se habló de trasvase con motivo de la puesta en marcha del Plan Hidrológico Nacional cuando el agua debía colmar las necesidades de Almería, Murcia y Valencia. La palabra trasvase tiempo después fue cambiada por la expresión "conducción temporal de agua" cuando la región beneficiada era Cataluña, lo que pretendía enmascarar el agravio comparativo entre distintas Comunidades de la misma España.

También en España se intenta evitar la palabra aborto y se edulcora con la expresión "interrupción voluntaria del embarazo", como si se quisiera dar a entender que el aborto puede tener un carácter de continuidad, cuando evidentemente, tras el aborto no hay continuidad posible de la vida del que no ha nacido.

La eutanasia se cambia hoy en día por la variedad imaginativa y perversa de "muerte digna". Así que, si queremos ser dignos en nuestra última hora debemos saber que serán otros los que nos aporten esa "dignidad" y no comprometer la felicidad de quienes nos rodean con esos cuidados estériles e inútiles.

Pero donde la imaginación se ha desbordado sin el menor género de dudas ha sido en el plano económico. Aquí el surtido lingüístico ha sido tan excelso como artificioso.
Así por ejemplo tenemos que en España no había crisis económica sino "desaceleración económica", y si no gusta el término lo que había era "un período de dificultades puntuales" o si se prefiere "una aceleración de la desaceleración económica". Y se podría continuar si no fuera porque quien escribe no quiere agotar la paciencia de quien lee, a pesar de que la verborrea dialéctica y engañosa de los gobernantes da para mucho más.

Sepamos en definitiva que nuestras mentes, angostas al consumo infecto de gran parte de lo que se dice en la mayoría de canales de televisión, crecerán perfectamente disciplinadas en la doctrina política de moda y asegurando con ello el triunfo del ideario nazi o nacionalsocialista (como se prefiera) de cómo manipular a la sociedad y entre con calzador cualquier disparate o estupidez por ridículo que sea.
Ya lo decía Confucio: "Cuando las palabras pierden su significado, la gente pierde su libertad".

¡Si Joseph Goebbles hubiera tenido a su disposición la televisión..!

martes, 18 de mayo de 2010

¿Seguirá España con su fiesta?


Cual circo repleto de payasos que acaban su función y se quitan el maquillaje, la economía española debe seguir la senda del resto de Europa y comenzar a limpiarse ese maquillaje, ya que la fiesta hace tiempo que se acabó. Obviamente la tarea de despertar del sueño es responsabilidad de la clase política y en concreto, de los que asumen el gobierno.

La aprobación por parte de la UE de un rescate financiero de Grecia, Portugal y España por valor de 750.000 millones de euros, la madrugada del pasado día 10 de mayo, da una idea de la urgencia de soluciones necesarias y la gravedad de las crisis económicas por las que pasan los países del sur de Europa.
Dicho rescate dinamita, en opinión de este blog, el futuro de las relaciones económicas entre las diferentes instituciones europeas y los países miembros debido a la sorprendente interferencia del Banco Central Europeo (BCE) que ha capitaneado el consabido rescate.
El BCE, durante sus casi doce años de vida, ha hecho gala de una beneficiosa independencia respecto de las presiones de los países más fuertes (Francia y Alemania) de la Unión Europea y Monetaria (UME). Con el fin de mantener la estabilidad de precios y la estabilidad del euro, el BCE ha ignorado en multitud de ocasiones las peticiones de Francia o Alemania para que hiciera un recorte de los tipos de interés y así facilitar el crecimiento de esas economías.
Sin embargo, la situación ha cambiado y el BCE ha creído oportuno comprar 60.000 millones de bonos en el mercado abierto, aliviando de esta manera la deuda soberana de países como España y haciendo posible la contención de los diferenciales de deuda como también aportando una dudosa solución de liquidez.

Esta intromisión del BCE comprando bonos al por mayor, que asciende a unos 440.000 millones de euros, no deja de mermar la credibilidad e independencia que tanto tiempo ha estado construyendo la institución financiera europea, siempre basando su conducta en la ortodoxia financiera. La confianza en el BCE por lo tanto y a partir de ahora, está en entredicho, con lo que ello conllevará en lo sucesivo.

Pero los problemas de la UME ya estaban en su propia estructura y lo que estamos viendo no es otra cosa que la salida a la superficie de los mismos.
A corto plazo el rescate financiero de España, Grecia y Portugal genera sin duda una "confortabilidad" para los políticos y gobernantes que no saben o no quieren hacer sus tareas de manera eficiente, o por incompetencia o por maldad. Confortabilidad tal que supone un premio y no un castigo para el país que no cumple con sus objetivos de estabilidad y su pacto de crecimiento.
A largo plazo el rescate supone una temeraria invitación a que los países de la eurozona descuiden sus parámetros financieros y vuelvan de nuevo al derroche y al despilfarro, con exagerados gastos públicos, con la seguridad malsana de que Francia y Alemania no permitiran la quiebra de ningún país y acudirán al rescate.

Los fondos de reserva de la UME no deben servir para premiar a los países que no cumplen y la disciplina colectiva debe ser una norma y no una virtud netamente coyuntural.
De nada sirven las actuales sanciones económicas para los países que ponen en peligro la supervivencia del euro y la estabilidad financiera de la eurozona puesto que sancionar económicamente a quien no puede pagar y está endeudado hasta los topes no es otra cosa que exigir el pago de una antigua deuda a quien hoy en día es un mendigo. Parece más razonable que las sanciones estén afectas a la retención de ayudas de la UE como diferentes fondos de cohesión y desarrollo (utilizados en España, por ejemplo, para múltiples cursos que no sirven para potenciar la pericia laboral de los trabajadores), o afectas a un menor peso político traducido en menor número de votos en las decisiones que conforman y conformarán la futura UE.

La fiesta española ha acabado y las medidas para reducir el déficit y la deuda sólo pueden significar una situación deflacionista y un estancamiento económico que siga generando más desempleo, una menor producción y una menor productividad. Y será la baja productividad española en comparación con economías como la alemana la que imposibilitará que la segura paridad del Euro-dólar en pocos meses, sea un estímulo de recuperación para España y más bien signifique un lastre más a superar, mientras que Alemania aprovechará dicho diferencial en productividad para exportar en mayor medida y sanear así su balanza de pagos abrazando un nuevo impulso para su recuperación económica.

lunes, 17 de mayo de 2010

LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA. UNA GUERRA HEROICA E INÚTIL


De sobra son conocidos los más importantes hechos heroicos que se produjeron, prácticamente a todo el mundo al menos le suenan acontecimientos y nombres (aunque con la LOGSE cada vez menos) como la batalla de Bailén, Napoleón, el 2 de mayo, la lucha de guerrillas, Wellington, el asedio de Zaragoza, Agustina de Aragón y tanto otros muchos. Ningún otro país o reino de entonces puede presentar semejante hoja de servicios contra Napoleon ni siquiera Rusia o Inglaterra durante el periodo 1808-1814, ya que los ingleses desde la derrota de la Armada Invencible son los señores de la guerra naval, hecho que sirve para disimular los tremendos fracasos en operaciones terrestres que habían cosechado hasta ahora y que cosecharán posteriormente; y Rusia se mete de lleno en la lucha contra Napoleón a partir de la campaña de 1812.

Hasta ahora el debate sobre los puntos más polémicos de la Guerra de la Independencia se centraban en sí los franceses venían a traer el progreso a España o no. Pues no, rotundamente no, ni los franceses ni los sarracenos en 711 invadieron España para llevar el progreso (De hecho a nivel cultural, tecnológico y social los hispanos estaban bastante más avanzados que los mahometanos del ejercito invasor). Parece pues que somos el único país del mundo que cuando habla de sus invasores los trata como misioneros de la paz que vinieron a salvarnos de nuestro ancestral y permanente salvajismo. Ninguno de los ejércitos invasores jamás trajo a España beneficio alguno, ni siquiera los romanos. Las legiones romanas vinieron a España a combatir y a someter a los distintos pueblos de la península, y las construcciones que hicieron en ese periodo de guerras fueron encaminadas a favorecer la logística militar y el transporte de tropas, carreteras, campamentos fortificados que dieron luego lugar a ciudades, puentes, puertos etc ... no iban por ahí creando escuelas de romanización para los íberos, para que estos pudieran aprender nuevos conocimientos que fuesen útiles en la guerra contra ellos. El progreso vino, una vez los distintos pueblos ibéricos fueron derrotados y sometidos a la paz romana e impedidos de recurrir, de cualquier forma, a la guerra para solucionar problemas de tipo social, político o económico, favoreciendo la dedicación a actividades meramente productivas comercio, agricultura, ganadería, artesanía, etc .. en una situación de paz. Al amparo y tutela de la ley de Roma progresaron económicamente por sí mismos porque aunque estaban sometidos a pagar tributos a los romanos, la paz romana había terminado con las interminables guerras y suspicacias entre pueblos vecinos; y es por ello por lo que los íberos libremente se romanizaron por iniciativa propia y no por la voluntad de los romanos. Otros pueblos en cambio también fueron sometidos por los romanos y apenas asimilaron algo, como por ejemplo los pueblos que habitaban Inglaterra; de tratarse el ejército romano una institución docente de pueblos “inferiores” que imponían sus conocimientos a punta de gladius los ingleses también hablarían un lengua latina.

Si el ejército francés no venía a crear escuelas ni universidades ¿a qué venían? A cumplir 2 objetivos fundamentales uno oficial que era la anexión de Portugal a la causa napoleonica y el otro, oculto, que era la sustitución en el trono de España de la dinastía borbónica por un miembro de la familia de Napoleón, José, hermano del emperador. Para ello el ejército entró con regimientos de infantería, artillería, caballería y de servicios auxiliadores; pero para desgracia de los que opinan que las intenciones de este ejército eran meramente altruístas, no venían maestros, ni ciéntificos, ni ingenieros civiles, ni filósofos, ni botánicos, ni médicos, ni industriales y ni economistas. Este ejército llegó en 1807 y se instaló cerca de las ciudades, y permaneció así mucho más tiempo del que fuera lógico si su único cometido fuera la invasión y ocupación de Portugal, dando lugar a que proliferarán los asesinatos, robos, saqueos y violaciones perpetrados a la población civil, y que entre los militares españoles naciera la sospecha de que los franceses también estaban ahí para ocupar España. Esta sospecha se confirmó con el traslado forzoso de la Familia Real a Francia, lo cual fue la chispa que desencadenó el 2 de mayo de 1808 una revuelta popular en Madrid por los abusos cometidos por los franceses, a la cual se sumaron lo oficiales del ejército español Daoiz, Ruiz y Velarde ( Eran militares, pero no fueron ni fascistas, ni franquistas, que quede claro para los que han estudiado la LOGSE). A partir de ese día se desencadenó la guerra entre España y Francia con la gravedad añadida de que ya se encontraba el ejército francés ocupando las principales ciudades y puntos estratégicos del país.

Al librarse esta guerra en el territorio español con alguna incursión en Portugal, continuaron produciéndose torturas, asesinatos, saqueos, violaciones pero en mayor número al estar en una situación de extrema violencia generalizada, como es una guerra, añadiéndose además la plaga del hambre debida a la destrucción de cosechas, bloqueo del comercio interior, abandono del campo de muchos hombres para dedicarse a la guerrilla o bandolerismo, y al cerco de ciudades. Y como ejemplo del grado de destrucción y penuria de aquella guerra, Madrid en 1810 tenía una población de 160.000 hab. y en 1811 se redujo a 110.000. Y no sólo los franceses se ensañaron con la población civil, los aliados ingleses y soldados españoles se cobraron la liberación de las ciudades tomadas al asalto con más asesinatos, robos y violaciones; como así ocurrió en Badajoz y en Ciudad Rodrigo.

Tras esta guerra España dejó de ser potencia mundial, ni siquiera los distintos gobiernos europeos la consideraban una potencia europea, sin embargo el país iba recuperándose y creciendo poco a poco, pero a un ritmo infinitamente menor respecto a Francia, o Inglaterra; e iban surgiendo las primeras fuerzas disgregadoras de la nación que posteriormente darían lugar al nacimiento de los partidos nacionalistas, no se fomentaba el progreso científico y tecnológico, y se prefería incorporar los avances extranjeros al cabo de un tiempo con el coste añadido que ello suponía; siguiendo que el peso de la economía dependiese de la agricultura y ganadería, al contrario que el resto de naciones europeas que optaron por la industrialización con profusión. Además tras la experiencia napoleonica, muchas regiones europeas decidieron unirse para formar nuevas naciones y así el XIX vio nacer a Alemania e Italia, mientras que en España se comenzaba a minar la nación para formar regiones. Así pues esta situación de decadencia moral, económica y sobre todo política en la que quedó sumida España no comenzó a arreglarse hasta la llegada de la Restauración con Cánovas como presidente (Cánovas era conservador pero tampoco era fascista ni franquista).

Como conclusión se puede afirmar que durante la época napoleonica de Europa aquellas naciones y regiones que doblaron su cerviz ante el emperador no sólo experimentaron un crecimiento en todos los ámbitos tras la caída del emperador sino también cuando estaban sometidas por él, en cambio España padeció una guerra atroz (con un montón de hechos heroicos inútiles) y luego una recuperación decadente con nuevos problemas.

Los militares españoles de entonces aunque no pudieron evitar la revuelta popular si debieron más tarde buscar una solución con los franceses una vez notarán con el paso del tiempo el hastío y cansancio de la gente por las consecuencias de librar en su tierra una guerra, antes de convertir el país en un teatro de operaciones militares en el que no consiguieron ningún triunfo (Bailén fue victoria del mercenario suizo Reding, no del general Castaños) y del que se aprovecharon a conciencia los ingleses en su guerra abierta contra Napoleon, buscando la derrota del emperador y el desgaste de España como potencia en el futuro. Optaron por la guerra a ultranza que le resultaba honorífica y despreciaron la oportunidad de convertirse en deshonrosos quinta columnas a la sombra, y dejar que Inglaterra y Francia se desgastasen mutuamente sin que España por una vez no se llevase los palos.

sábado, 15 de mayo de 2010

LA EDUCACIÓN TUNEADA


En estos días en que Europa va a obligar a España a recortar el gasto público para reducir el déficit en las cuentas públicas, a no ser que quiera hundirse en la bancarrota. El gobierno ha lanzado mensajes en los que da a entender que los recortes afectarán también a los presupuestos en educación, y al preclaro líder de la UGT poco tiempo le ha faltado en rasgarse las barbas y en amenazar al gobierno con movilizaciones si se tocan los servicios sociales ¡Vamos el discurso de siempre!

Y digo yo ¿porque no se va a poder meter la tijera en educación? Que yo sepa el modelo de la LOGSE ha supuesto un recorte drástico en los conocimientos académicos que reciben los alumnos y a este señor en principio no le ha parecido mal que el “hijo del obrero” aprenda menos y esté en peor nivel que el “hijo del capitalista” que va a un colegio privado (por ejemplo: los vástagos del bachiller Montilla y resto de politicuchos)¿Que estaba haciendo este lider sindical cuando se cometió semejante atentado contra la "clase obrera"? Yo se lo responderé, pues sacar el cazo para recoger las subvenciones estatales.

En estos años se ha despilfarrado y robado dinero del presupuesto educativo, y no solo del destinado a colegios de primaria y secundaria sino también en las universidades que cada 2 por 3 realizan obras faraónicas y montan tinglados estrafalarios bajo pretexto que es para mejorar la investigación ¿Pero han visto ustedes descubrimientos de estas universidades que hayan servido de algo? Cuando yo estudiaba los autores de los libros académicos eran todos ¡Extranjeros! Sin aportaciones de ningún excelso científico español. Entonces para que necesita el estado derrochar dinero en las universidades si estas luego no lo emplean en mejorar nada la calidad de vida de la sociedad a la que roban. Y luego, hace 20 años no había ordenadores en el colegio y se aprendía ¡Pasmensen! a derivar, integrar, resolver ecuaciones de tercer grado, realizar raíces cuadradas y cúbicas ... Y hoy en día lo que se consigue es que los adolescentes sean unos expertos en peinados, hacerse tatuajes y colocárselos en los lugares más inverosímiles, ponerse anillas y remaches como si la piel fuese como las planchas metálicas de un barco; y los padres a premiarlos con ifouns, ipads, móviles gpas y que no falte la paga semanal para porros y botellón.

Por lo tanto un recorte presupuestario en Educación no bajaría la calidad de la enseñanza porque está ya por los suelos, en cambio, incrementar los conocimientos de los distintos planes de estudio no costaría nada, tan sólo reformar la ley.

viernes, 14 de mayo de 2010

España heroica: Baler


Recuerdo no sin cierto sonrojo y sorpresa, a pesar del ya paso de varios años, una noticia publicada en ciertos medios de comunicación que hacía referencia a la supresión y cambio del nombre de una avenida de la ciudad de Cáceres.
En virtud de lo dispuesto en la L/52 de diciembre de 2007 de la Memoria Histórica, el Excelentísimo Ayuntamiento de Cáceres tuvo a bien protagonizar un gracioso y a la vez lamentable episodio al quitar la placa con el nombre de la Avenida Héroes de Baler.
La Casa consistorial cacereña basó su medida aduciendo la significación franquista de la heroica acción de los héroes de Baler. Aunque había algo que no cuadraba: cuando se produjeron los hechos de Baler, Franco contaba con 5 años y faltaban 38 para el inicio de la Guerra Civil. La ignorancia había golpeado de lleno al funcionariado consistorial cacereño responsable de poner en marcha aquella medida y cumplir de esa forma tan diligente y presta con la Ley.

El Sitio de Baler se debe enmarcar en la guerra entre España y EEUU de finales del siglo XIX. En una época de revueltas sociales, políticas y pesimismo en la sociedad y en las Letras españolas (de ahí la corriente conocida como Generación del 98), se vivió en Filipinas uno de los hitos del ejército español.

El fuerte sentimiento independentista de una parte de la población filipina provocó levantamientos armados contra los "kastilas", como así llamaban a las tropas españolas.
En el pequeño poblado de Baler, el capitán Don Enrique de las Morenas junto con los demás oficiales, suboficiales y soldados de la Guardia Civil se atrincheraron en el edificio más fuerte de Baler, la iglesia. El gran número de rebeldes no dejaba más oportunidad que la escogida aquel 1 de julio de 1898.
La gesta se prolongó nada más y nada menos que once meses, en concreto desde el 1 de julio hasta el 2 de junio de 1899.
Al poco tiempo de comenzar el sitio España fue rápidamente perdiendo todos y cada uno de los enclaves fuertes de Filipinas, incluida la capital, Manila. Pero de estos hechos los sitiados en Baler no tuvieron nunca conocimiento directo y los mandos recelaron de las noticias que les hacían llegar los rebeldes sitiadores mediante notas, periódicos...

Las heridas producidas por a veces días enteros de tiroteos, en un clima tropical como el filipino donde las heridas se infectan y no cicatrizan con facilidad; la falta de alimentos frescos; la falta de ropa, calzado, medicamentos; la falta de higiene y ventilación en un lugar demasiado reducido para albergar a más de cincuenta personas entre muchos otros problemas e incomodidades condujo a que durante los largos meses de asedio se produjeran paulatinamente la muerte de varios soldados por la enfermedad de beri-beri (falta de vitaminas, alimentos frescos), o por heridas de bala. El debilitamiento se generalizó y tras la muerte del capitán De las Morenas, el mando recayó en el Teniente Saturnino Martín Cerezo que supo mantener el orden y la moral alta durante el resto de la heroica odisea.

Entre las siempre valerosas acciones de aquellos soldados españoles resalta la temeridad que supuso la acción de salir de la iglesia más de una docena de los soldados con más fuerzas para conseguir fruta fresca y todo provisionamiento que fuera posible alcanzar, pues el médico de la guarnición, Rogelio Vigil de Quiñones, moriría si no recibía alimentación en condiciones. El agradecimiento del médico supuso que éste le entregara su reloj de bolsillo de oro al Teniente, reloj que décadas más tarde la familia de Saturnino devolvería a la familia Vigil pues toda decisión había sido tomada en cumplimiento del deber.

Por más que los rebeldes lo intentaron, el destacamento nunca se rindió, salvaguardando así el honor de la bandera española. Sólo la casualidad pudo convencer al teniente de que España ya hacía tiempo que había abandonado el control de Filipinas, pues la lectura de un periódico informaba sobre el traslado del puesto de trabajo de un amigo suyo en España. Dato que Don Saturnino comprendió de imposible manipulación por parte de los insurgentes filipinos.

Los treinta y tres supervivientes fueron pronto conocidos en España como "los últimos de Filipinas" y no sólo recibieron la admiración y el reconocimiento del pueblo español por aquel entonces sino que también lo siguen recibiendo hoy en día del pueblo Filipino.

El honor, la determinación para defender los cometidos propios del soldado con valentía y abnegación fueron una constante de aquel grupo de españoles hoy en día olvidados por el Ayuntamiento de Cáceres entre muchas otras personas. Y más penoso supone el hecho de que el teniente Saturnino Martín Cerezo, fuese natural de Miajadas, en Cáceres.

Hoy en día los altos mandos militares leen papeles escritos por burócratas donde se relatan historias de persecuciones de piratas en busca de botines robados, pero hubo un tiempo en que el ejército no se rendía ni ante el enemigo ni ante el burócrata.

Los Últimos de Filipinas llegaron a España, al puerto de Barcelona, a bordo del buque Alicante, el 1 de Septiembre de 1899.

miércoles, 12 de mayo de 2010

¿Subir o bajar impuestos? (II): La curva de Laffer


Si un gobierno incrementa la presión fiscal, ¿aumentará también la recaudación en favor del Estado?
En principio pudiera pensarse que la respuesta es sí, sin ninguna duda, pero en realidad si un gobierno decide subir impuestos no necesariamente habrá una mayor recaudación para las arcas públicas. Así, es posible que la subida impositiva haga disminuir la recaudación estatal.
Esta paradoja fue explicada por Arthur Betz Laffer, economista norteamericano que trabajó como asesor económico del presidente Ronald Reagan. Cuentan como anécdota, que Laffer convenció a Reagan, en principio reacio a bajar impuestos, durante una cena y que dibujó la gráfica con su curva en una servilleta.

En la gráfica, el eje de ordenadas (eje Y) representa el nivel de recaudación. En el eje de abscisas (eje X) se representa el nivel de impuestos o tipo impositivo medio. El nivel de impuestos t2 marca el máximo punto de recaudación en y2, es el nivel óptimo para el gobierno en cuanto a recaudación. El problema que tienen todos los países es que no es posible conocer de antemano en qué punto de la curva se sitúa la economía de ese país, así que los gobiernos desconocen la cuantía del aumento o la disminución en los impuestos que deben hacer para optimizar la recaudación y llegar a situarse en ese punto "t2-y2" que maximiza la recaudación.

a) Si el caso de la economía del país es que el nivel medio impositivo se sitúa en el punto t1, quiere esto decir que el Estado recaudará más a medida que incremente los impuestos y se vaya acercando al punto t2, pues obviamente la curva en ese sector es ascendente y por lo tanto la recaudación irá aumentando hasta el punto y2(desplazamiento a la derecha de la curva).

b) En el caso contrario, si nos encontramos con un nivel t3 de impuestos, en el sector descendente de la curva de Laffer, para conseguir el aumento de recaudación, el gobierno deberá reducir impuestos acercándose nuevamente al punto t2-y2 para maximizar de nuevo la situación recaudatoria(desplazamiento a la izquierda de la curva).

¿Por qué se produce la paradoja del punto b)? La respuesta reside en la existencia de estabilizadores automáticos y del efecto sustitución. Con un nivel excesivo de impuestos (punto t3), si el gobierno decide aumentarlos todavía más y seguir desplazándose a la derecha de la curva, se producirá un efecto desincentivador para el trabajo y la producción. Un ejemplo drástico y exagerado pero que sirve para entender mejor la explicación pudiera ser que si suponemos que una persona cobra en su trabajo 1000 euros y tras pagar impuestos su renta disponible es de 950 seguirá trabajando con bastante probabilidad, pero si el Estado le retrae 950 euros y su renta después de pagar impuestos es 50... ¿le merecerá la pena seguir trabajando?

Por tanto en la parte descendente de la curva (situación b) cualquier aumento de impuestos no sólo repercutirá en una menor recaudación estatal sino que además disminuirá el empleo, la producción, el consumo privado, se reducirán los cotizantes y habrá menor recaudación vía impuestos directos (IRPF...) e indirectos (IVA...)

En la situación contraria y simétrica del punto a) hemos dicho que el gobierno aumentaría su recaudación subiendo impuestos. Sin embargo, ¿qué pasaría si los bajara? En un principio el Estado recaudaría menos, pero se produciría una mayor incentivación para trabajar y para producir más (debido entre otras cosas a por ejemplo un menor nivel del Impuesto sobre beneficios), más personas cotizarían, mayor renta disponible tras impuestos conllevaría un aumento del consumo privado...
En definitiva, a medio-largo plazo el Estado recaudaría más automáticamente (estabilizadores automáticos)pues más personas estarían pagando IRPF (al haber más empleo) y otros impuestos directos y un mayor consumo (debido a la mayor renta disponible) incrementaría también los impuestos indirectos como el IVA.

En definitiva bajar impuestos puede en principio hacer que el Estado recaude menor cuantía monetaria pero proporciona unas condiciones idóneas para que la economía crezca y se reactive. Aumentar impuestos... puede generar todo lo contrario y no se asegura que el Estado vaya a generar una mayor recaudación. Y todo esto sucede independientemente de que desconozcamos en qué punto de la curva de Laffer nos encontramos.

martes, 11 de mayo de 2010

¿Subir o bajar impuestos?


En los primeros años de la Inglaterra del siglo XI y en la ciudad de Coventry, era noble y señor el Conde de Chester, Leofric. No dudaba el ilustre caballero en mantener elevados los tributos a sus vasallos, ahogando en su propio beneficio, la economía del lugar. Su esposa, la bella Lady Godiva, alarmada ante la precariedad de sus vecinos ocasionada por tan excelsas cargas impositivas reclamó a Leofric la bajada de impuestos. Aceptando Leofric tal propuesta solamente a cambio de que Lady Godiva se paseara a caballo por Coventry completamente desnuda.
Ambos cumplieron con su parte del trato.

La sensatez que demostró Lady Godiva en cuanto a no permitir la abusiva situación impositiva de sus conciudadanos no siempre tiene reflejo en nuestra sociedad diez siglos más tarde.
En los actuales tiempos la discusión se centra en si es preferible un Estado que retraiga grandes recursos económicos, vía impuestos, a la esfera privada de la sociedad o si por el contrario es preferible menor intervención estatal y más libertad de movimiento al sector privado.
En el primero de los casos la premisa descansa en que si el Estado controla mayor parte del "pastel" de la renta disponible total de una economía le permitirá efectuar una equitativa y eficiente redistribución de renta que el sector privado es incapaz de hacer.
Esta manera de encarar la problemática conlleva a priori dos presunciones. Que el ciudadano no está capacitado para gestionar una gran parte de sus propios ahorros y que la maximización de su felicidad, el cumplimiento de sus deseos a través de sus ahorros le corresponde al Estado antes que al propio individuo. Dicho de otro modo, el Estado sabe en mayor medida que un determinado ciudadano, si dicho ciudadano necesita y desea más gasto en sanidad, educación, seguridad, etc. Y no sólo eso, sino que además sabe gestionar más eficientemente que el propio ciudadano dichos recursos.

Todo esto nos conduce a pensar en una relación de sujeción del individuo frente al Estado, donde éste se convierte en verdadero tutor de cada uno de los habitantes de un país. Ese carácter paternalista estatal no sólo merma la plena libertad de la persona sino que socava la normal personalidad individual, intransferible e inherente de cada ser humano.
Pudiera pensarse, aunque detestable sin duda sería, que un determinado Estado es capaz de controlar y maximizar la felicidad de un ciudadano a través de una asignación y distribución de gasto hacia él, pongamos por ejemplo una cifras como: 20% sanidad; 5% seguridad; 10% educación; 15% justicia; 20% igualdad; 15% ocio; 15% propaganda. Tal vez fuera esta distribución la más eficiente y feliz para un contribuyente pero... ¿Acaso no hay millones y millones de personas con diferentes gustos y deseos como para pensar que hay infinidad de distribuciones maximizadoras de felicidad?
Ante esto el Estado tiene dos opciones: Obligar a que los ciudadanos se igualen lo más posible en gustos y deseos con el fin de crear un país más feliz, lo que obliga a tener un mayor control fiscal, social, policial... O hace una media estadística con todos los ciudadanos, lo que conduce a que una determinada persona analfabeta pueda tener a su disposición grandes cantidades (pagadas de su bolsillo) de antiinflamatorios y un enfermo de cáncer, disponer de las obras completas de Maupassant mientras hace cola en lista de espera.

Es inviable. El Estado no puede y no debe controlar a una persona hasta el punto de anular su libertad y convertirla en cualquier cosa menos en persona y una media estadística en asignación y distribución de gasto social, aunque podrá coincidir en la maximización de una parte de la población (la que se encuentre en la media), no podrá evitar la ineficacia e ineficiencia en la mayoría de la sociedad.

Desconozco el número total de caballos que existen hoy en día en nuestro país, pero si tenemos que emular a Lady Godiva...

La libertad individual comienza por la libertad económica y a menor tasa impositiva, mayor libertad para el ciudadano.

lunes, 10 de mayo de 2010

LA DEUDA PÚBLICA. EL ARMA DE EMPOBRECIMIENTO MASIVO


Los gobiernos de los distintos países generan y venden deuda pública soberana bajo diferentes nombres, bonos, letras, obligaciones, asignados ... dependiendo del país o de la época; y esto lo vienen haciendo siempre. Sin embargo desde hace unos meses salen, casi a diario, en los medios de comunicación noticias sobre la deuda publica de países como Grecia, España, Portugal y en menor medida de Italia y Reino Unido. Esto es porque hasta ahora los productos de deuda pública soberana se consideraban como la inversión en renta fija más segura de los mercados financieros; y lo que está sucediendo a día de hoy es que este “axioma” se encuentra en entredicho, teniendo los tenedores de productos de deuda la sospecha o el convencimiento de que no van a cobrar los intereses y que el precio por el que la compraron se situará en niveles próximos a cero. La cuestión es ¿por que ha sucedido todo esto?.

Los intereses que generan la deuda pública se pagan destinándose a ello, cada año, una parte de los recursos obtenidos vía impuestos; y no sólo se deben pagar intereses sino también el montante total una vez se cumpla el plazo de vencimiento. Cuando un país se encuentra inmerso en un ciclo económico creciente, esta práctica no genera problemas ya que las necesidades que tiene de endeudarse son mínimas y en consecuencia el coste que tendría de amortizar la deuda no impactaría significativamente en las cuentas públicas; y a esto se le añade que cada año le aumentan los ingresos fiscales, con lo que la influencia del endeudamiento público tiende a diluirse con el tiempo.

Pero esto se viene abajo cuando el ciclo económico cambia y se vuelve regresivo, es decir el país entra en crisis (desequilibrio entre producción y consumo a escala nacional), los ingresos fiscales caen, y los políticos en vez ajustar el presupuesto público a la nueva situación (bajar sueldos funcionarios, pensiones, recortes en todas las partidas sanidad, educación etc ...) como mínimo lo mantienen si es que no lo aumentan, con lo que el balance en las cuentas públicas Ingresos Fiscales – Gasto Público es negativo, es otras palabras, que gastan más de lo que ingresan. Este agujero que se produce en las cuentas de un país, los políticos lo taponan con el peor de los remedios (si es que puede considerarse remedio) pidiendo dinero prestado a través de la emisión de instrumentos de deuda pública, bonos, letras o como lo quieran llamar. En ese primer año de crisis y de endeudamiento indiscriminado sin control ni previsiones serias de impacto a medio y largo plazo, se consigue que se mantengan artificialmente el mismo nivel de prestaciones los servicios públicos que cuando había crecimiento económico, pero ya en el segundo año de la crisis al gasto público se le añade una nueva partida, los intereses generados y la armotización de la deuda que pudiera vencer; entonces si los ingresos fiscales de ese año no aumentan como mínimo el importe de los intereses y deuda vencida este aumento en el gasto público no será compensado y se deberá pedir prestado dinero de nuevo en mayor cuantía si cabe, y así sucesivamente generándose una burbuja de financiación en la que cada vez hay que emitir más deuda para pagar la anterior. Cuyo final se materializa cuando los inversores se percatan que una de las opciones, con más fuerza de convertirse en realidad, de los gobiernos para “solucionar” los problemas sería la de suspender el pago de deuda; es justo en ese instante cuando la burbuja estalla, nadie compra más deuda y los gobiernos en un último esfuerzo aumentan exponencialmente el interés para intentar colocar algo, pero ya es tarde porque no hay compradores que crean en la responsabilidad, sinceridad y compromiso de los gobernantes políticos.

Después de estallar la burbuja, los gobernantes políticos bajan drásticamente el gasto público (más que nada porque no pueden hacer otra cosa) ajustándolo a los ingresos fiscales, por ejemplo si desde la crisis los ingresos del estado han disminuido un 50% el gasto se reducirá también en un 50% automáticamente, dejando por los suelos el salario de los funcionarios, pensiones, prestaciones por desempleos, ayudas sociales... y recortando el presupuesto en todos los sectores públicos incluidos la “intocable” educación y sanidad; y al sector privado también le afectaría con subidas de impuestos, aumentos de costes, bajadas de salarios y de precios, reducción de beneficios, dificultades de financiación ya que a este sector le costaría mucho conseguir préstamos y encima estos serían a un interés alto por la propia escasez de dinero que habría. Abriéndose un camino largo de recuperación que podría durar como mínimo 5 años (siempre y cuando, por arte de magia los políticos se hayan vuelto responsables) en los que sin duda prácticamente toda la gente pasaría penalidades y realizaría sacrificios que jamás se hubieran imaginado. Situación que se hubiera evitado si las castas gobernantes el primer año ajustan el gasto público a la caída de los ingresos fiscales, la gente sufre menos y ve como al cabo de 1 o 2 años se entra de nuevo en la senda del crecimiento; en cambio con el uso indiscriminado e irresponsable del endeudamiento público lo único que se consigue es aplazar un tiempo una situación que cuando llega se hace infinitamente más insoportable y duradera para la gente.

jueves, 6 de mayo de 2010

Gibraltar, la eterna colonia


En algunas ocasiones y de manera intermitente, la prensa española se hace eco de una noticia acaecida en Gibraltar. Tal circunstancia evoca irremediablemente el pensamiento de que dicho territorio no debería seguir administrado bajo bandera británica.
Sin embargo, y aunque el sentir mayoritario de la población española sea el antes expuesto resulta obligado conocer los orígenes de la disputa diplomática con el único fin de esclarecer la cuestión sobre la soberanía del territorio.
El inicio debe buscarse en la Guerra de Sucesión española. Tras la muerte del último monarca de la dinastía de los Habsburgo, Carlos II, sin haber dejado descendientes, se produce un artificial conflicto por el derecho al trono español. Tal conflicto entre Felipe de Anjou de la familia de los Borbones y el Archiduque Carlos de la Casa de los Austria sólo se resolvería en favor del primero tras más de una década de batallas.
A Felipe de Anjou le respaldaba la mayoría del territorio español además de la corona de Francia y tanto el derecho sucesorio como un testamento redactado un mes antes de la muerte de Carlos II.
Al Archiduque Carlos el apoyo le venía de Holanda e Inglaterra entre otros territorios. Inglaterra no podía permitir que Felipe entronizara, pues una futura alianza franco-española dejaría a la isla en una situación delicada.
Una vez la Guerra de Sucesión terminó elevando a Felipe de Anjou a Felipe V, todas las plazas conquistadas por las tropas amigas del Archiduque pasaron a manos de España excepto Gibraltar.
La cuestión es... ¿Por qué?
El 4 de agosto de 1704, una flota inglesa comandada por el Almirante Sir George Rooke, cañoneó durante varias horas, y hasta la rendición, a la guarnición defensora de Gibraltar. Una vez tomada la plaza, Rooke dispuso que las fuerzas británicas tomaban Gibraltar en favor de la Reina Ana de Inglaterra y no, como debía haber hecho, en favor del Archiduque Carlos.
A lo largo de los tres siglos ni los diferentes gobiernos españoles han sabido recuperar dicho territorio ni los diferentes gobiernos ingleses han tenido a bien enmendar aquel acto de piratería(como definió en su día el prestigioso historiador inglés Arnold J. Toynbee). Es más, al paso de los años Gibraltar crece geográficamente, tanto por tierra (ayuda española debido a las epidemias, aprovechada para obtener terreno) como por mar.
Incomprensiblemente, dentro de una Unión Europea parece ridículo la supervivencia de una colonia de un país miembro dentro de otro país miembro y más cuando esa colonia alberga múltiples actividades económicas delictivas, aunque probablemente sea ésta la razón paradójica que sigue haciendo de Gibraltar una colonia.
Inglaterra devolvió Hong-Kong a China el 1 de julio de 1997.

¿Qué hay de lo nuestro?