jueves, 20 de mayo de 2010

¡Palabra de nazi!


Comencemos este artículo nombrando las palabras que en su día citó el Ministro de Propaganda del nacionalsocialismo alemán Joseph Goebbles:

"A fuerza de repetición y con un buen conocimiento del psiquismo de las personas, debería ser completamente posible probar que un cuadrado es, de hecho, un círculo. Puesto que, después de todo, ¿qué son "círculo" y "cuadrado"? Meras palabras. Y las palabras pueden modelarse hasta volver irreconocibles las ideas que transmiten."

El partido oficial del nazismo, conocido como Partido nacional socialista obrero alemán (NSDAP), solía organizar mítines y otros eventos destinados al adoctrinamiento de la masa social alemana. Si tenemos en cuenta que en aquella época no existían los televisores, podemos imaginarnos que el embelesamiento de la ciudadanía se producía a través de actos festivos multitudinarios en ciudades como Nuremberg, Colonia, Hamburgo, Munich... o por supuesto a través de los aparatos de radio, que universalizaban rápidamente las consignas políticas del NSDAP.

Desgraciadamente, a Goebbles no le faltaba razón y su cita arriba expuesta, se cumple con mejor o peor fortuna en cualquier sociedad del mundo. La manipulación de las masas mediante la psicología puede llegar a tener efectos devastadores para toda la población de un determinado país o incluso más allá.
Cuando pensamos en el régimen nazi alemán solemos pensar en campos de concentración, batallas decisivas, millones de refugiados, etc. Pero sin embargo, ¿solemos pensar en cómo fue posible que toda una ciudadanía como la alemana se dejara arrastrar por los nazis?, ¿Sería posible que se repitiera aquella catastrófica situación hoy en día?
Más adelante firmaré un artículo intentando dar respuesta a estas preguntas pero de ellas hoy, y en este artículo, me interesa la parte propagandística nazi y si es posible que nuestros políticos de hoy en día utilicen los pensamientos que tenía Joseph Goebbles con fines electorales.

Durante los últimos años los ciudadanos hemos sufrido el maltrato de los políticos con expresiones cínicas, hipócritas, demagógicas e incluso malsonantes. Todo ello no debe ya ni extrañarnos ni sorprendernos, pero tal vez lo que más irrita es la dulcificación de lo que puede ser indigesto intelectualmente para el votante.

En este país se habló de trasvase con motivo de la puesta en marcha del Plan Hidrológico Nacional cuando el agua debía colmar las necesidades de Almería, Murcia y Valencia. La palabra trasvase tiempo después fue cambiada por la expresión "conducción temporal de agua" cuando la región beneficiada era Cataluña, lo que pretendía enmascarar el agravio comparativo entre distintas Comunidades de la misma España.

También en España se intenta evitar la palabra aborto y se edulcora con la expresión "interrupción voluntaria del embarazo", como si se quisiera dar a entender que el aborto puede tener un carácter de continuidad, cuando evidentemente, tras el aborto no hay continuidad posible de la vida del que no ha nacido.

La eutanasia se cambia hoy en día por la variedad imaginativa y perversa de "muerte digna". Así que, si queremos ser dignos en nuestra última hora debemos saber que serán otros los que nos aporten esa "dignidad" y no comprometer la felicidad de quienes nos rodean con esos cuidados estériles e inútiles.

Pero donde la imaginación se ha desbordado sin el menor género de dudas ha sido en el plano económico. Aquí el surtido lingüístico ha sido tan excelso como artificioso.
Así por ejemplo tenemos que en España no había crisis económica sino "desaceleración económica", y si no gusta el término lo que había era "un período de dificultades puntuales" o si se prefiere "una aceleración de la desaceleración económica". Y se podría continuar si no fuera porque quien escribe no quiere agotar la paciencia de quien lee, a pesar de que la verborrea dialéctica y engañosa de los gobernantes da para mucho más.

Sepamos en definitiva que nuestras mentes, angostas al consumo infecto de gran parte de lo que se dice en la mayoría de canales de televisión, crecerán perfectamente disciplinadas en la doctrina política de moda y asegurando con ello el triunfo del ideario nazi o nacionalsocialista (como se prefiera) de cómo manipular a la sociedad y entre con calzador cualquier disparate o estupidez por ridículo que sea.
Ya lo decía Confucio: "Cuando las palabras pierden su significado, la gente pierde su libertad".

¡Si Joseph Goebbles hubiera tenido a su disposición la televisión..!

martes, 18 de mayo de 2010

¿Seguirá España con su fiesta?


Cual circo repleto de payasos que acaban su función y se quitan el maquillaje, la economía española debe seguir la senda del resto de Europa y comenzar a limpiarse ese maquillaje, ya que la fiesta hace tiempo que se acabó. Obviamente la tarea de despertar del sueño es responsabilidad de la clase política y en concreto, de los que asumen el gobierno.

La aprobación por parte de la UE de un rescate financiero de Grecia, Portugal y España por valor de 750.000 millones de euros, la madrugada del pasado día 10 de mayo, da una idea de la urgencia de soluciones necesarias y la gravedad de las crisis económicas por las que pasan los países del sur de Europa.
Dicho rescate dinamita, en opinión de este blog, el futuro de las relaciones económicas entre las diferentes instituciones europeas y los países miembros debido a la sorprendente interferencia del Banco Central Europeo (BCE) que ha capitaneado el consabido rescate.
El BCE, durante sus casi doce años de vida, ha hecho gala de una beneficiosa independencia respecto de las presiones de los países más fuertes (Francia y Alemania) de la Unión Europea y Monetaria (UME). Con el fin de mantener la estabilidad de precios y la estabilidad del euro, el BCE ha ignorado en multitud de ocasiones las peticiones de Francia o Alemania para que hiciera un recorte de los tipos de interés y así facilitar el crecimiento de esas economías.
Sin embargo, la situación ha cambiado y el BCE ha creído oportuno comprar 60.000 millones de bonos en el mercado abierto, aliviando de esta manera la deuda soberana de países como España y haciendo posible la contención de los diferenciales de deuda como también aportando una dudosa solución de liquidez.

Esta intromisión del BCE comprando bonos al por mayor, que asciende a unos 440.000 millones de euros, no deja de mermar la credibilidad e independencia que tanto tiempo ha estado construyendo la institución financiera europea, siempre basando su conducta en la ortodoxia financiera. La confianza en el BCE por lo tanto y a partir de ahora, está en entredicho, con lo que ello conllevará en lo sucesivo.

Pero los problemas de la UME ya estaban en su propia estructura y lo que estamos viendo no es otra cosa que la salida a la superficie de los mismos.
A corto plazo el rescate financiero de España, Grecia y Portugal genera sin duda una "confortabilidad" para los políticos y gobernantes que no saben o no quieren hacer sus tareas de manera eficiente, o por incompetencia o por maldad. Confortabilidad tal que supone un premio y no un castigo para el país que no cumple con sus objetivos de estabilidad y su pacto de crecimiento.
A largo plazo el rescate supone una temeraria invitación a que los países de la eurozona descuiden sus parámetros financieros y vuelvan de nuevo al derroche y al despilfarro, con exagerados gastos públicos, con la seguridad malsana de que Francia y Alemania no permitiran la quiebra de ningún país y acudirán al rescate.

Los fondos de reserva de la UME no deben servir para premiar a los países que no cumplen y la disciplina colectiva debe ser una norma y no una virtud netamente coyuntural.
De nada sirven las actuales sanciones económicas para los países que ponen en peligro la supervivencia del euro y la estabilidad financiera de la eurozona puesto que sancionar económicamente a quien no puede pagar y está endeudado hasta los topes no es otra cosa que exigir el pago de una antigua deuda a quien hoy en día es un mendigo. Parece más razonable que las sanciones estén afectas a la retención de ayudas de la UE como diferentes fondos de cohesión y desarrollo (utilizados en España, por ejemplo, para múltiples cursos que no sirven para potenciar la pericia laboral de los trabajadores), o afectas a un menor peso político traducido en menor número de votos en las decisiones que conforman y conformarán la futura UE.

La fiesta española ha acabado y las medidas para reducir el déficit y la deuda sólo pueden significar una situación deflacionista y un estancamiento económico que siga generando más desempleo, una menor producción y una menor productividad. Y será la baja productividad española en comparación con economías como la alemana la que imposibilitará que la segura paridad del Euro-dólar en pocos meses, sea un estímulo de recuperación para España y más bien signifique un lastre más a superar, mientras que Alemania aprovechará dicho diferencial en productividad para exportar en mayor medida y sanear así su balanza de pagos abrazando un nuevo impulso para su recuperación económica.

lunes, 17 de mayo de 2010

LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA. UNA GUERRA HEROICA E INÚTIL


De sobra son conocidos los más importantes hechos heroicos que se produjeron, prácticamente a todo el mundo al menos le suenan acontecimientos y nombres (aunque con la LOGSE cada vez menos) como la batalla de Bailén, Napoleón, el 2 de mayo, la lucha de guerrillas, Wellington, el asedio de Zaragoza, Agustina de Aragón y tanto otros muchos. Ningún otro país o reino de entonces puede presentar semejante hoja de servicios contra Napoleon ni siquiera Rusia o Inglaterra durante el periodo 1808-1814, ya que los ingleses desde la derrota de la Armada Invencible son los señores de la guerra naval, hecho que sirve para disimular los tremendos fracasos en operaciones terrestres que habían cosechado hasta ahora y que cosecharán posteriormente; y Rusia se mete de lleno en la lucha contra Napoleón a partir de la campaña de 1812.

Hasta ahora el debate sobre los puntos más polémicos de la Guerra de la Independencia se centraban en sí los franceses venían a traer el progreso a España o no. Pues no, rotundamente no, ni los franceses ni los sarracenos en 711 invadieron España para llevar el progreso (De hecho a nivel cultural, tecnológico y social los hispanos estaban bastante más avanzados que los mahometanos del ejercito invasor). Parece pues que somos el único país del mundo que cuando habla de sus invasores los trata como misioneros de la paz que vinieron a salvarnos de nuestro ancestral y permanente salvajismo. Ninguno de los ejércitos invasores jamás trajo a España beneficio alguno, ni siquiera los romanos. Las legiones romanas vinieron a España a combatir y a someter a los distintos pueblos de la península, y las construcciones que hicieron en ese periodo de guerras fueron encaminadas a favorecer la logística militar y el transporte de tropas, carreteras, campamentos fortificados que dieron luego lugar a ciudades, puentes, puertos etc ... no iban por ahí creando escuelas de romanización para los íberos, para que estos pudieran aprender nuevos conocimientos que fuesen útiles en la guerra contra ellos. El progreso vino, una vez los distintos pueblos ibéricos fueron derrotados y sometidos a la paz romana e impedidos de recurrir, de cualquier forma, a la guerra para solucionar problemas de tipo social, político o económico, favoreciendo la dedicación a actividades meramente productivas comercio, agricultura, ganadería, artesanía, etc .. en una situación de paz. Al amparo y tutela de la ley de Roma progresaron económicamente por sí mismos porque aunque estaban sometidos a pagar tributos a los romanos, la paz romana había terminado con las interminables guerras y suspicacias entre pueblos vecinos; y es por ello por lo que los íberos libremente se romanizaron por iniciativa propia y no por la voluntad de los romanos. Otros pueblos en cambio también fueron sometidos por los romanos y apenas asimilaron algo, como por ejemplo los pueblos que habitaban Inglaterra; de tratarse el ejército romano una institución docente de pueblos “inferiores” que imponían sus conocimientos a punta de gladius los ingleses también hablarían un lengua latina.

Si el ejército francés no venía a crear escuelas ni universidades ¿a qué venían? A cumplir 2 objetivos fundamentales uno oficial que era la anexión de Portugal a la causa napoleonica y el otro, oculto, que era la sustitución en el trono de España de la dinastía borbónica por un miembro de la familia de Napoleón, José, hermano del emperador. Para ello el ejército entró con regimientos de infantería, artillería, caballería y de servicios auxiliadores; pero para desgracia de los que opinan que las intenciones de este ejército eran meramente altruístas, no venían maestros, ni ciéntificos, ni ingenieros civiles, ni filósofos, ni botánicos, ni médicos, ni industriales y ni economistas. Este ejército llegó en 1807 y se instaló cerca de las ciudades, y permaneció así mucho más tiempo del que fuera lógico si su único cometido fuera la invasión y ocupación de Portugal, dando lugar a que proliferarán los asesinatos, robos, saqueos y violaciones perpetrados a la población civil, y que entre los militares españoles naciera la sospecha de que los franceses también estaban ahí para ocupar España. Esta sospecha se confirmó con el traslado forzoso de la Familia Real a Francia, lo cual fue la chispa que desencadenó el 2 de mayo de 1808 una revuelta popular en Madrid por los abusos cometidos por los franceses, a la cual se sumaron lo oficiales del ejército español Daoiz, Ruiz y Velarde ( Eran militares, pero no fueron ni fascistas, ni franquistas, que quede claro para los que han estudiado la LOGSE). A partir de ese día se desencadenó la guerra entre España y Francia con la gravedad añadida de que ya se encontraba el ejército francés ocupando las principales ciudades y puntos estratégicos del país.

Al librarse esta guerra en el territorio español con alguna incursión en Portugal, continuaron produciéndose torturas, asesinatos, saqueos, violaciones pero en mayor número al estar en una situación de extrema violencia generalizada, como es una guerra, añadiéndose además la plaga del hambre debida a la destrucción de cosechas, bloqueo del comercio interior, abandono del campo de muchos hombres para dedicarse a la guerrilla o bandolerismo, y al cerco de ciudades. Y como ejemplo del grado de destrucción y penuria de aquella guerra, Madrid en 1810 tenía una población de 160.000 hab. y en 1811 se redujo a 110.000. Y no sólo los franceses se ensañaron con la población civil, los aliados ingleses y soldados españoles se cobraron la liberación de las ciudades tomadas al asalto con más asesinatos, robos y violaciones; como así ocurrió en Badajoz y en Ciudad Rodrigo.

Tras esta guerra España dejó de ser potencia mundial, ni siquiera los distintos gobiernos europeos la consideraban una potencia europea, sin embargo el país iba recuperándose y creciendo poco a poco, pero a un ritmo infinitamente menor respecto a Francia, o Inglaterra; e iban surgiendo las primeras fuerzas disgregadoras de la nación que posteriormente darían lugar al nacimiento de los partidos nacionalistas, no se fomentaba el progreso científico y tecnológico, y se prefería incorporar los avances extranjeros al cabo de un tiempo con el coste añadido que ello suponía; siguiendo que el peso de la economía dependiese de la agricultura y ganadería, al contrario que el resto de naciones europeas que optaron por la industrialización con profusión. Además tras la experiencia napoleonica, muchas regiones europeas decidieron unirse para formar nuevas naciones y así el XIX vio nacer a Alemania e Italia, mientras que en España se comenzaba a minar la nación para formar regiones. Así pues esta situación de decadencia moral, económica y sobre todo política en la que quedó sumida España no comenzó a arreglarse hasta la llegada de la Restauración con Cánovas como presidente (Cánovas era conservador pero tampoco era fascista ni franquista).

Como conclusión se puede afirmar que durante la época napoleonica de Europa aquellas naciones y regiones que doblaron su cerviz ante el emperador no sólo experimentaron un crecimiento en todos los ámbitos tras la caída del emperador sino también cuando estaban sometidas por él, en cambio España padeció una guerra atroz (con un montón de hechos heroicos inútiles) y luego una recuperación decadente con nuevos problemas.

Los militares españoles de entonces aunque no pudieron evitar la revuelta popular si debieron más tarde buscar una solución con los franceses una vez notarán con el paso del tiempo el hastío y cansancio de la gente por las consecuencias de librar en su tierra una guerra, antes de convertir el país en un teatro de operaciones militares en el que no consiguieron ningún triunfo (Bailén fue victoria del mercenario suizo Reding, no del general Castaños) y del que se aprovecharon a conciencia los ingleses en su guerra abierta contra Napoleon, buscando la derrota del emperador y el desgaste de España como potencia en el futuro. Optaron por la guerra a ultranza que le resultaba honorífica y despreciaron la oportunidad de convertirse en deshonrosos quinta columnas a la sombra, y dejar que Inglaterra y Francia se desgastasen mutuamente sin que España por una vez no se llevase los palos.

sábado, 15 de mayo de 2010

LA EDUCACIÓN TUNEADA


En estos días en que Europa va a obligar a España a recortar el gasto público para reducir el déficit en las cuentas públicas, a no ser que quiera hundirse en la bancarrota. El gobierno ha lanzado mensajes en los que da a entender que los recortes afectarán también a los presupuestos en educación, y al preclaro líder de la UGT poco tiempo le ha faltado en rasgarse las barbas y en amenazar al gobierno con movilizaciones si se tocan los servicios sociales ¡Vamos el discurso de siempre!

Y digo yo ¿porque no se va a poder meter la tijera en educación? Que yo sepa el modelo de la LOGSE ha supuesto un recorte drástico en los conocimientos académicos que reciben los alumnos y a este señor en principio no le ha parecido mal que el “hijo del obrero” aprenda menos y esté en peor nivel que el “hijo del capitalista” que va a un colegio privado (por ejemplo: los vástagos del bachiller Montilla y resto de politicuchos)¿Que estaba haciendo este lider sindical cuando se cometió semejante atentado contra la "clase obrera"? Yo se lo responderé, pues sacar el cazo para recoger las subvenciones estatales.

En estos años se ha despilfarrado y robado dinero del presupuesto educativo, y no solo del destinado a colegios de primaria y secundaria sino también en las universidades que cada 2 por 3 realizan obras faraónicas y montan tinglados estrafalarios bajo pretexto que es para mejorar la investigación ¿Pero han visto ustedes descubrimientos de estas universidades que hayan servido de algo? Cuando yo estudiaba los autores de los libros académicos eran todos ¡Extranjeros! Sin aportaciones de ningún excelso científico español. Entonces para que necesita el estado derrochar dinero en las universidades si estas luego no lo emplean en mejorar nada la calidad de vida de la sociedad a la que roban. Y luego, hace 20 años no había ordenadores en el colegio y se aprendía ¡Pasmensen! a derivar, integrar, resolver ecuaciones de tercer grado, realizar raíces cuadradas y cúbicas ... Y hoy en día lo que se consigue es que los adolescentes sean unos expertos en peinados, hacerse tatuajes y colocárselos en los lugares más inverosímiles, ponerse anillas y remaches como si la piel fuese como las planchas metálicas de un barco; y los padres a premiarlos con ifouns, ipads, móviles gpas y que no falte la paga semanal para porros y botellón.

Por lo tanto un recorte presupuestario en Educación no bajaría la calidad de la enseñanza porque está ya por los suelos, en cambio, incrementar los conocimientos de los distintos planes de estudio no costaría nada, tan sólo reformar la ley.

viernes, 14 de mayo de 2010

España heroica: Baler


Recuerdo no sin cierto sonrojo y sorpresa, a pesar del ya paso de varios años, una noticia publicada en ciertos medios de comunicación que hacía referencia a la supresión y cambio del nombre de una avenida de la ciudad de Cáceres.
En virtud de lo dispuesto en la L/52 de diciembre de 2007 de la Memoria Histórica, el Excelentísimo Ayuntamiento de Cáceres tuvo a bien protagonizar un gracioso y a la vez lamentable episodio al quitar la placa con el nombre de la Avenida Héroes de Baler.
La Casa consistorial cacereña basó su medida aduciendo la significación franquista de la heroica acción de los héroes de Baler. Aunque había algo que no cuadraba: cuando se produjeron los hechos de Baler, Franco contaba con 5 años y faltaban 38 para el inicio de la Guerra Civil. La ignorancia había golpeado de lleno al funcionariado consistorial cacereño responsable de poner en marcha aquella medida y cumplir de esa forma tan diligente y presta con la Ley.

El Sitio de Baler se debe enmarcar en la guerra entre España y EEUU de finales del siglo XIX. En una época de revueltas sociales, políticas y pesimismo en la sociedad y en las Letras españolas (de ahí la corriente conocida como Generación del 98), se vivió en Filipinas uno de los hitos del ejército español.

El fuerte sentimiento independentista de una parte de la población filipina provocó levantamientos armados contra los "kastilas", como así llamaban a las tropas españolas.
En el pequeño poblado de Baler, el capitán Don Enrique de las Morenas junto con los demás oficiales, suboficiales y soldados de la Guardia Civil se atrincheraron en el edificio más fuerte de Baler, la iglesia. El gran número de rebeldes no dejaba más oportunidad que la escogida aquel 1 de julio de 1898.
La gesta se prolongó nada más y nada menos que once meses, en concreto desde el 1 de julio hasta el 2 de junio de 1899.
Al poco tiempo de comenzar el sitio España fue rápidamente perdiendo todos y cada uno de los enclaves fuertes de Filipinas, incluida la capital, Manila. Pero de estos hechos los sitiados en Baler no tuvieron nunca conocimiento directo y los mandos recelaron de las noticias que les hacían llegar los rebeldes sitiadores mediante notas, periódicos...

Las heridas producidas por a veces días enteros de tiroteos, en un clima tropical como el filipino donde las heridas se infectan y no cicatrizan con facilidad; la falta de alimentos frescos; la falta de ropa, calzado, medicamentos; la falta de higiene y ventilación en un lugar demasiado reducido para albergar a más de cincuenta personas entre muchos otros problemas e incomodidades condujo a que durante los largos meses de asedio se produjeran paulatinamente la muerte de varios soldados por la enfermedad de beri-beri (falta de vitaminas, alimentos frescos), o por heridas de bala. El debilitamiento se generalizó y tras la muerte del capitán De las Morenas, el mando recayó en el Teniente Saturnino Martín Cerezo que supo mantener el orden y la moral alta durante el resto de la heroica odisea.

Entre las siempre valerosas acciones de aquellos soldados españoles resalta la temeridad que supuso la acción de salir de la iglesia más de una docena de los soldados con más fuerzas para conseguir fruta fresca y todo provisionamiento que fuera posible alcanzar, pues el médico de la guarnición, Rogelio Vigil de Quiñones, moriría si no recibía alimentación en condiciones. El agradecimiento del médico supuso que éste le entregara su reloj de bolsillo de oro al Teniente, reloj que décadas más tarde la familia de Saturnino devolvería a la familia Vigil pues toda decisión había sido tomada en cumplimiento del deber.

Por más que los rebeldes lo intentaron, el destacamento nunca se rindió, salvaguardando así el honor de la bandera española. Sólo la casualidad pudo convencer al teniente de que España ya hacía tiempo que había abandonado el control de Filipinas, pues la lectura de un periódico informaba sobre el traslado del puesto de trabajo de un amigo suyo en España. Dato que Don Saturnino comprendió de imposible manipulación por parte de los insurgentes filipinos.

Los treinta y tres supervivientes fueron pronto conocidos en España como "los últimos de Filipinas" y no sólo recibieron la admiración y el reconocimiento del pueblo español por aquel entonces sino que también lo siguen recibiendo hoy en día del pueblo Filipino.

El honor, la determinación para defender los cometidos propios del soldado con valentía y abnegación fueron una constante de aquel grupo de españoles hoy en día olvidados por el Ayuntamiento de Cáceres entre muchas otras personas. Y más penoso supone el hecho de que el teniente Saturnino Martín Cerezo, fuese natural de Miajadas, en Cáceres.

Hoy en día los altos mandos militares leen papeles escritos por burócratas donde se relatan historias de persecuciones de piratas en busca de botines robados, pero hubo un tiempo en que el ejército no se rendía ni ante el enemigo ni ante el burócrata.

Los Últimos de Filipinas llegaron a España, al puerto de Barcelona, a bordo del buque Alicante, el 1 de Septiembre de 1899.

miércoles, 12 de mayo de 2010

¿Subir o bajar impuestos? (II): La curva de Laffer


Si un gobierno incrementa la presión fiscal, ¿aumentará también la recaudación en favor del Estado?
En principio pudiera pensarse que la respuesta es sí, sin ninguna duda, pero en realidad si un gobierno decide subir impuestos no necesariamente habrá una mayor recaudación para las arcas públicas. Así, es posible que la subida impositiva haga disminuir la recaudación estatal.
Esta paradoja fue explicada por Arthur Betz Laffer, economista norteamericano que trabajó como asesor económico del presidente Ronald Reagan. Cuentan como anécdota, que Laffer convenció a Reagan, en principio reacio a bajar impuestos, durante una cena y que dibujó la gráfica con su curva en una servilleta.

En la gráfica, el eje de ordenadas (eje Y) representa el nivel de recaudación. En el eje de abscisas (eje X) se representa el nivel de impuestos o tipo impositivo medio. El nivel de impuestos t2 marca el máximo punto de recaudación en y2, es el nivel óptimo para el gobierno en cuanto a recaudación. El problema que tienen todos los países es que no es posible conocer de antemano en qué punto de la curva se sitúa la economía de ese país, así que los gobiernos desconocen la cuantía del aumento o la disminución en los impuestos que deben hacer para optimizar la recaudación y llegar a situarse en ese punto "t2-y2" que maximiza la recaudación.

a) Si el caso de la economía del país es que el nivel medio impositivo se sitúa en el punto t1, quiere esto decir que el Estado recaudará más a medida que incremente los impuestos y se vaya acercando al punto t2, pues obviamente la curva en ese sector es ascendente y por lo tanto la recaudación irá aumentando hasta el punto y2(desplazamiento a la derecha de la curva).

b) En el caso contrario, si nos encontramos con un nivel t3 de impuestos, en el sector descendente de la curva de Laffer, para conseguir el aumento de recaudación, el gobierno deberá reducir impuestos acercándose nuevamente al punto t2-y2 para maximizar de nuevo la situación recaudatoria(desplazamiento a la izquierda de la curva).

¿Por qué se produce la paradoja del punto b)? La respuesta reside en la existencia de estabilizadores automáticos y del efecto sustitución. Con un nivel excesivo de impuestos (punto t3), si el gobierno decide aumentarlos todavía más y seguir desplazándose a la derecha de la curva, se producirá un efecto desincentivador para el trabajo y la producción. Un ejemplo drástico y exagerado pero que sirve para entender mejor la explicación pudiera ser que si suponemos que una persona cobra en su trabajo 1000 euros y tras pagar impuestos su renta disponible es de 950 seguirá trabajando con bastante probabilidad, pero si el Estado le retrae 950 euros y su renta después de pagar impuestos es 50... ¿le merecerá la pena seguir trabajando?

Por tanto en la parte descendente de la curva (situación b) cualquier aumento de impuestos no sólo repercutirá en una menor recaudación estatal sino que además disminuirá el empleo, la producción, el consumo privado, se reducirán los cotizantes y habrá menor recaudación vía impuestos directos (IRPF...) e indirectos (IVA...)

En la situación contraria y simétrica del punto a) hemos dicho que el gobierno aumentaría su recaudación subiendo impuestos. Sin embargo, ¿qué pasaría si los bajara? En un principio el Estado recaudaría menos, pero se produciría una mayor incentivación para trabajar y para producir más (debido entre otras cosas a por ejemplo un menor nivel del Impuesto sobre beneficios), más personas cotizarían, mayor renta disponible tras impuestos conllevaría un aumento del consumo privado...
En definitiva, a medio-largo plazo el Estado recaudaría más automáticamente (estabilizadores automáticos)pues más personas estarían pagando IRPF (al haber más empleo) y otros impuestos directos y un mayor consumo (debido a la mayor renta disponible) incrementaría también los impuestos indirectos como el IVA.

En definitiva bajar impuestos puede en principio hacer que el Estado recaude menor cuantía monetaria pero proporciona unas condiciones idóneas para que la economía crezca y se reactive. Aumentar impuestos... puede generar todo lo contrario y no se asegura que el Estado vaya a generar una mayor recaudación. Y todo esto sucede independientemente de que desconozcamos en qué punto de la curva de Laffer nos encontramos.

martes, 11 de mayo de 2010

¿Subir o bajar impuestos?


En los primeros años de la Inglaterra del siglo XI y en la ciudad de Coventry, era noble y señor el Conde de Chester, Leofric. No dudaba el ilustre caballero en mantener elevados los tributos a sus vasallos, ahogando en su propio beneficio, la economía del lugar. Su esposa, la bella Lady Godiva, alarmada ante la precariedad de sus vecinos ocasionada por tan excelsas cargas impositivas reclamó a Leofric la bajada de impuestos. Aceptando Leofric tal propuesta solamente a cambio de que Lady Godiva se paseara a caballo por Coventry completamente desnuda.
Ambos cumplieron con su parte del trato.

La sensatez que demostró Lady Godiva en cuanto a no permitir la abusiva situación impositiva de sus conciudadanos no siempre tiene reflejo en nuestra sociedad diez siglos más tarde.
En los actuales tiempos la discusión se centra en si es preferible un Estado que retraiga grandes recursos económicos, vía impuestos, a la esfera privada de la sociedad o si por el contrario es preferible menor intervención estatal y más libertad de movimiento al sector privado.
En el primero de los casos la premisa descansa en que si el Estado controla mayor parte del "pastel" de la renta disponible total de una economía le permitirá efectuar una equitativa y eficiente redistribución de renta que el sector privado es incapaz de hacer.
Esta manera de encarar la problemática conlleva a priori dos presunciones. Que el ciudadano no está capacitado para gestionar una gran parte de sus propios ahorros y que la maximización de su felicidad, el cumplimiento de sus deseos a través de sus ahorros le corresponde al Estado antes que al propio individuo. Dicho de otro modo, el Estado sabe en mayor medida que un determinado ciudadano, si dicho ciudadano necesita y desea más gasto en sanidad, educación, seguridad, etc. Y no sólo eso, sino que además sabe gestionar más eficientemente que el propio ciudadano dichos recursos.

Todo esto nos conduce a pensar en una relación de sujeción del individuo frente al Estado, donde éste se convierte en verdadero tutor de cada uno de los habitantes de un país. Ese carácter paternalista estatal no sólo merma la plena libertad de la persona sino que socava la normal personalidad individual, intransferible e inherente de cada ser humano.
Pudiera pensarse, aunque detestable sin duda sería, que un determinado Estado es capaz de controlar y maximizar la felicidad de un ciudadano a través de una asignación y distribución de gasto hacia él, pongamos por ejemplo una cifras como: 20% sanidad; 5% seguridad; 10% educación; 15% justicia; 20% igualdad; 15% ocio; 15% propaganda. Tal vez fuera esta distribución la más eficiente y feliz para un contribuyente pero... ¿Acaso no hay millones y millones de personas con diferentes gustos y deseos como para pensar que hay infinidad de distribuciones maximizadoras de felicidad?
Ante esto el Estado tiene dos opciones: Obligar a que los ciudadanos se igualen lo más posible en gustos y deseos con el fin de crear un país más feliz, lo que obliga a tener un mayor control fiscal, social, policial... O hace una media estadística con todos los ciudadanos, lo que conduce a que una determinada persona analfabeta pueda tener a su disposición grandes cantidades (pagadas de su bolsillo) de antiinflamatorios y un enfermo de cáncer, disponer de las obras completas de Maupassant mientras hace cola en lista de espera.

Es inviable. El Estado no puede y no debe controlar a una persona hasta el punto de anular su libertad y convertirla en cualquier cosa menos en persona y una media estadística en asignación y distribución de gasto social, aunque podrá coincidir en la maximización de una parte de la población (la que se encuentre en la media), no podrá evitar la ineficacia e ineficiencia en la mayoría de la sociedad.

Desconozco el número total de caballos que existen hoy en día en nuestro país, pero si tenemos que emular a Lady Godiva...

La libertad individual comienza por la libertad económica y a menor tasa impositiva, mayor libertad para el ciudadano.

lunes, 10 de mayo de 2010

LA DEUDA PÚBLICA. EL ARMA DE EMPOBRECIMIENTO MASIVO


Los gobiernos de los distintos países generan y venden deuda pública soberana bajo diferentes nombres, bonos, letras, obligaciones, asignados ... dependiendo del país o de la época; y esto lo vienen haciendo siempre. Sin embargo desde hace unos meses salen, casi a diario, en los medios de comunicación noticias sobre la deuda publica de países como Grecia, España, Portugal y en menor medida de Italia y Reino Unido. Esto es porque hasta ahora los productos de deuda pública soberana se consideraban como la inversión en renta fija más segura de los mercados financieros; y lo que está sucediendo a día de hoy es que este “axioma” se encuentra en entredicho, teniendo los tenedores de productos de deuda la sospecha o el convencimiento de que no van a cobrar los intereses y que el precio por el que la compraron se situará en niveles próximos a cero. La cuestión es ¿por que ha sucedido todo esto?.

Los intereses que generan la deuda pública se pagan destinándose a ello, cada año, una parte de los recursos obtenidos vía impuestos; y no sólo se deben pagar intereses sino también el montante total una vez se cumpla el plazo de vencimiento. Cuando un país se encuentra inmerso en un ciclo económico creciente, esta práctica no genera problemas ya que las necesidades que tiene de endeudarse son mínimas y en consecuencia el coste que tendría de amortizar la deuda no impactaría significativamente en las cuentas públicas; y a esto se le añade que cada año le aumentan los ingresos fiscales, con lo que la influencia del endeudamiento público tiende a diluirse con el tiempo.

Pero esto se viene abajo cuando el ciclo económico cambia y se vuelve regresivo, es decir el país entra en crisis (desequilibrio entre producción y consumo a escala nacional), los ingresos fiscales caen, y los políticos en vez ajustar el presupuesto público a la nueva situación (bajar sueldos funcionarios, pensiones, recortes en todas las partidas sanidad, educación etc ...) como mínimo lo mantienen si es que no lo aumentan, con lo que el balance en las cuentas públicas Ingresos Fiscales – Gasto Público es negativo, es otras palabras, que gastan más de lo que ingresan. Este agujero que se produce en las cuentas de un país, los políticos lo taponan con el peor de los remedios (si es que puede considerarse remedio) pidiendo dinero prestado a través de la emisión de instrumentos de deuda pública, bonos, letras o como lo quieran llamar. En ese primer año de crisis y de endeudamiento indiscriminado sin control ni previsiones serias de impacto a medio y largo plazo, se consigue que se mantengan artificialmente el mismo nivel de prestaciones los servicios públicos que cuando había crecimiento económico, pero ya en el segundo año de la crisis al gasto público se le añade una nueva partida, los intereses generados y la armotización de la deuda que pudiera vencer; entonces si los ingresos fiscales de ese año no aumentan como mínimo el importe de los intereses y deuda vencida este aumento en el gasto público no será compensado y se deberá pedir prestado dinero de nuevo en mayor cuantía si cabe, y así sucesivamente generándose una burbuja de financiación en la que cada vez hay que emitir más deuda para pagar la anterior. Cuyo final se materializa cuando los inversores se percatan que una de las opciones, con más fuerza de convertirse en realidad, de los gobiernos para “solucionar” los problemas sería la de suspender el pago de deuda; es justo en ese instante cuando la burbuja estalla, nadie compra más deuda y los gobiernos en un último esfuerzo aumentan exponencialmente el interés para intentar colocar algo, pero ya es tarde porque no hay compradores que crean en la responsabilidad, sinceridad y compromiso de los gobernantes políticos.

Después de estallar la burbuja, los gobernantes políticos bajan drásticamente el gasto público (más que nada porque no pueden hacer otra cosa) ajustándolo a los ingresos fiscales, por ejemplo si desde la crisis los ingresos del estado han disminuido un 50% el gasto se reducirá también en un 50% automáticamente, dejando por los suelos el salario de los funcionarios, pensiones, prestaciones por desempleos, ayudas sociales... y recortando el presupuesto en todos los sectores públicos incluidos la “intocable” educación y sanidad; y al sector privado también le afectaría con subidas de impuestos, aumentos de costes, bajadas de salarios y de precios, reducción de beneficios, dificultades de financiación ya que a este sector le costaría mucho conseguir préstamos y encima estos serían a un interés alto por la propia escasez de dinero que habría. Abriéndose un camino largo de recuperación que podría durar como mínimo 5 años (siempre y cuando, por arte de magia los políticos se hayan vuelto responsables) en los que sin duda prácticamente toda la gente pasaría penalidades y realizaría sacrificios que jamás se hubieran imaginado. Situación que se hubiera evitado si las castas gobernantes el primer año ajustan el gasto público a la caída de los ingresos fiscales, la gente sufre menos y ve como al cabo de 1 o 2 años se entra de nuevo en la senda del crecimiento; en cambio con el uso indiscriminado e irresponsable del endeudamiento público lo único que se consigue es aplazar un tiempo una situación que cuando llega se hace infinitamente más insoportable y duradera para la gente.

jueves, 6 de mayo de 2010

Gibraltar, la eterna colonia


En algunas ocasiones y de manera intermitente, la prensa española se hace eco de una noticia acaecida en Gibraltar. Tal circunstancia evoca irremediablemente el pensamiento de que dicho territorio no debería seguir administrado bajo bandera británica.
Sin embargo, y aunque el sentir mayoritario de la población española sea el antes expuesto resulta obligado conocer los orígenes de la disputa diplomática con el único fin de esclarecer la cuestión sobre la soberanía del territorio.
El inicio debe buscarse en la Guerra de Sucesión española. Tras la muerte del último monarca de la dinastía de los Habsburgo, Carlos II, sin haber dejado descendientes, se produce un artificial conflicto por el derecho al trono español. Tal conflicto entre Felipe de Anjou de la familia de los Borbones y el Archiduque Carlos de la Casa de los Austria sólo se resolvería en favor del primero tras más de una década de batallas.
A Felipe de Anjou le respaldaba la mayoría del territorio español además de la corona de Francia y tanto el derecho sucesorio como un testamento redactado un mes antes de la muerte de Carlos II.
Al Archiduque Carlos el apoyo le venía de Holanda e Inglaterra entre otros territorios. Inglaterra no podía permitir que Felipe entronizara, pues una futura alianza franco-española dejaría a la isla en una situación delicada.
Una vez la Guerra de Sucesión terminó elevando a Felipe de Anjou a Felipe V, todas las plazas conquistadas por las tropas amigas del Archiduque pasaron a manos de España excepto Gibraltar.
La cuestión es... ¿Por qué?
El 4 de agosto de 1704, una flota inglesa comandada por el Almirante Sir George Rooke, cañoneó durante varias horas, y hasta la rendición, a la guarnición defensora de Gibraltar. Una vez tomada la plaza, Rooke dispuso que las fuerzas británicas tomaban Gibraltar en favor de la Reina Ana de Inglaterra y no, como debía haber hecho, en favor del Archiduque Carlos.
A lo largo de los tres siglos ni los diferentes gobiernos españoles han sabido recuperar dicho territorio ni los diferentes gobiernos ingleses han tenido a bien enmendar aquel acto de piratería(como definió en su día el prestigioso historiador inglés Arnold J. Toynbee). Es más, al paso de los años Gibraltar crece geográficamente, tanto por tierra (ayuda española debido a las epidemias, aprovechada para obtener terreno) como por mar.
Incomprensiblemente, dentro de una Unión Europea parece ridículo la supervivencia de una colonia de un país miembro dentro de otro país miembro y más cuando esa colonia alberga múltiples actividades económicas delictivas, aunque probablemente sea ésta la razón paradójica que sigue haciendo de Gibraltar una colonia.
Inglaterra devolvió Hong-Kong a China el 1 de julio de 1997.

¿Qué hay de lo nuestro?